La empatía y el cuidado cercano son pilares fundamentales en la práctica de la Medicina, y así lo demuestra la doctora Mercedes Cuesta, directora médica del Hospital Ruber Internacional en Madrid. Con casi 50 años de experiencia, Cuesta se ha convertido en un referente en el sector sanitario, mostrando que la Medicina va más allá de la técnica y el conocimiento, y se adentra en el corazón humano.

Desde pequeña, Cuesta se sintió atraída por la Medicina, inspirada por el ejemplo de su padre, un médico que dejó una huella profunda en su vida. Después de su licenciatura en la Universidad Complutense de Madrid en 1975, comenzó su carrera en el Hospital Clínico de Madrid, donde desarrolló su especialidad en Medicina Interna y Cuidados Intensivos. Su pasión por ayudar a los demás no solo la llevó a ser una profesional destacada, sino que también le permitió formar vínculos duraderos con sus pacientes y colegas, muchos de los cuales siguen siendo amigos cercanos.

Cuesta ha estado al timón del Hospital Ruber Internacional desde 2005, donde se esfuerza por mantener un ambiente colaborativo entre todos los miembros del personal, desde el personal de limpieza hasta los médicos especialistas. Según ella, la clave del éxito radica en fomentar el compromiso y el respeto mutuo: "No creo en la imposición ni en generar miedo; es fundamental trabajar en equipo y potenciar las virtudes de cada uno."

La doctora también destaca la importancia de brindar atención médica a cada paciente de manera integral. Ella asegura que comprender las circunstancias personales de cada individuo mejora notablemente los resultados clínicos. La humanización de la Medicina, entendida como el respeto y la cercanía en la relación médico-paciente, ha sido uno de sus mayores logros y contribuciones al sistema sanitario.

A lo largo de su carrera, Cuesta ha visto una transformación monumental en la Medicina gracias a los avances tecnológicos. La Inteligencia Artificial, por ejemplo, promete revolucionar el sector, proporcionando herramientas que complementan y mejoran la práctica médica. Además, la Medicina del futuro se enfocará en potenciar tratamientos domiciliarios a través de tecnología avanzada, permitiendo que muchos pacientes reciban el cuidado que necesitan en la comodidad de sus hogares.

Reflexionando sobre los retos vividos, Cuesta menciona la pandemia de Covid-19 como un periodo profundo y doloroso, pero también como una experiencia que unió aún más al personal médico y a los pacientes. Su compromiso con la Medicina sigue vigente, y su deseo es continuar atendiendo a sus pacientes hasta que su salud lo permita. Los cambios que ha presenciado en el sector la motivan a seguir, anticipando un futuro en el que los jóvenes profesionales y su energía renovadora continúen enriqueciendo el campo de la Medicina.