El 10 de diciembre marca un hito significativo en la historia política de Argentina: Javier Milei cumple un año en el cargo de presidente. En medio de la controversia y las críticas, este economista radical ha logrado generar un apoyo sin precedentes, con un aumento notable en la confianza de la ciudadanía hacia su gestión. La polémica motosierra, los ajustes drásticos, y su estilo de comunicación directo se han convertido en parte esencial de su discurso.

En un contexto donde los indicadores económicos comienzan a mostrar señales alentadoras, Milei ha realizado recortes significativos en el gasto público, ha eliminado regulaciones burocráticas obsoletas y ha puesto en marcha una apertura de mercados que muchos consideran necesaria. Estos cambios han posicionado a Argentina como un potencial referente del libertarismo en América Latina y han generado un debate cultural que va más allá de las fronteras nacionales.

A pesar de ser objeto de críticas, que suelen proceder de lo que él mismo describe como una “minoría ruidosa”, las encuestas revelan un apoyo sólido, especialmente de cara a las elecciones legislativas de 2025, lo que sugiere que muchos argentinos están comenzando a ver resultados de sus políticas audaces.

Según el Índice de Confianza en el Gobierno (ICG), Milei ha obtenido un impresionante 2,52 puntos en promedio durante sus primeros 11 meses, la cifra más alta desde 2003. Comparado con otros presidentes, Milei ha superado a figuras como Néstor Kirchner y Mauricio Macri en términos de confianza popular. De hecho, la reciente valoración del gobierno en noviembre mostró un crecimiento del 9,86% en comparación con el mes anterior, alcanzando 2,66 puntos, y consolidando una tendencia positiva en diversas áreas, como la imagen del gobierno y la eficiencia en el gasto público.

El optimismo de la población se ve reflejado en la intencionalidad de voto para el 2025. Con un 46,1% de intención para La Libertad Avanza, el partido de Milei, y el PRO de Macri, el panorama electoral parece favorecer a la alianza de la derecha, en comparación con el 33,3% que obtendría el peronismo, lo que sugiere un cambio en el viento político del país.

Sin embargo, no todo es color de rosa. A pesar de la imagen positiva que mantenía Milei, un 60,8% de los encuestados considera que la situación económica actual es negativa. Esta percepción se basa en el legado de una inflación desmesurada del 211,4% anual dejada por la gestión de Alberto Fernández. Por lo tanto, muchas expectativas se centran en cómo se manejará la economía en 2024 y 2025.

Milei también enfrenta rivalidad, pues Cristina Kirchner ha demostrado una resistencia notable y una capacidad de reestructuración de imagen que podría complicar su carrera presidencial. A pesar de su condena por corrupción, obtiene un respaldo significativo en la provincia de Buenos Aires, lo que la posiciona como una contrincante formidable en las próximas elecciones.

La política argentina está en un estado de cambio, y mientras Milei celebra su primer año, la atención se centra no solo en su gestión actual, sino también en lo que vendrá. ¿Surgirá una nueva era política, o caerá nuevamente en la polarización del pasado? Solo el tiempo lo dirá.