A todos nos gustan las cosas simples de la vida: disfrutar de una buena comida, embarcarnos en un viaje inesperado, y, sobre todo, compartir momentos con nuestros seres queridos. El ser humano es naturalmente social y necesita interactuar con otros para mantener un óptimo estado emocional y físico. Hoy exploraremos por qué los abrazos, uno de los gestos más universales, son fundamentales para nuestro bienestar.

Recientemente, en Upeka by Aegon, se ha destacado la importancia de los abrazos a través de un análisis realizado por Raquel Mascaraque. Los abrazos no solo son una forma de consuelo en momentos de tristeza, sino que también celebran nuestra felicidad. Esta conexión emocional no es exclusiva de los humanos, ya que diversas especies de mamíferos también recurren al contacto físico para fortalecer sus vínculos.

Un estudio pionero de 1958 realizado por los psicólogos Harley Harlow y John Bowlby reveló por primera vez la enorme importancia del afecto físico. Utilizando una colonia de macacos criados sin la presencia materna, los investigadores crearon dos entornos: uno frío y metálico que proporcionaba alimento y otro suave y cálido que carecía de comida. Los resultados fueron sorprendentes: los macacos preferían permanecer en el área suave, priorizando el contacto físico sobre la satisfacción de sus necesidades alimenticias.

La ciencia ha demostrado que los abrazos pueden mejorar nuestro estado de ánimo, ayudarnos a manejar conflictos personales y reducir los niveles de cortisol, la hormona del estrés. Además, estos gestos generan la liberación de oxitocina en el cerebro, promoviendo una sensación de calma. Un dato alarmante indica que el aislamiento social puede aumentar el riesgo de mortalidad en un 30%, lo que resalta aún más la importancia del contacto físico como un salvavidas emocional.

Se dice que los abrazos más efectivos y placenteros duran entre 5 y 10 segundos. Sin embargo, para un abrazo verdaderamente reparador, es recomendable mantener el abrazo hasta que la otra persona sienta la necesidad de separarse. Así que, la próxima vez que quieras brindar apoyo a alguien, recuerda que un abrazo genuino puede ser la medicina más efectiva que existe.

En resumen, mientras que la ciencia continúa descubriendo los beneficios de los abrazos, no hay ninguna duda de que en esta era digital, donde el aislamiento puede ser común, el contacto humano sigue siendo esencial para nuestra salud mental y emocional.