Salud

Omar Lencina: "Un médico que solo sabe de medicina es muy pobre"

2024-12-08

Autor: Camila

Omar Lencina es mucho más que un reconocido traumatólogo; es un ejemplo de profesionalismo y compromiso tanto en la medicina como en el deporte. Originario de La Paternal, vivió en distintas ciudades como Núñez y Calafate, pero su corazón pertenece a Junín, donde ha dedicado gran parte de su vida a ayudar a los demás. A lo largo de más de cinco décadas de carrera, ha dejado una huella imborrable en el ámbito de la traumatología a nivel nacional.

En una íntima conversación, Lencina recordó sus comienzos en la medicina. Formado en la Universidad de Buenos Aires en la década del 70, tuvo una juventud dedicada al fútbol, lo que marcó su trayectoria. "Mi objetivo era ser médico de fútbol y lo logré. Trabajaba y estudiaba al mismo tiempo, incluso iba a entrenar con la bata de médico", compartió Lencina.

Después de obtener su título en 1980, Lencina se convirtió en el médico de las selecciones juveniles del fútbol argentino gracias a una iniciativa de Carlos Salvador Bilardo, quien buscaba profesionales que entendieran el deporte desde adentro. Este rol le brindó la oportunidad de trabajar con prominentes figuras del fútbol argentino, lo que enriqueció su carrera profesional. Sin embargo, un giro inesperado llegó en 1990, cuando decidió abandonar el seleccionado para centrarse en su carrera médica en el ámbito privado.

Lencina ha trabajado en numerosos hospitales al mismo tiempo y se formó en Mallorca, España, antes de regresar a Argentina para seguir perfeccionándose. Además de su labor como médico, ha estado muy involucrado en proyectos sociales, como la creación de escuelas de fútbol en Buenos Aires, donde se ofreció educación y oportunidades laborales a jóvenes en situación de vulnerabilidad.

Respecto a la actualidad del deporte, Lencina expresó su preocupación por la sobrecarga de competencias que los jugadores enfrentan, lo que no solo incrementa el riesgo de lesiones, sino que también afecta su salud mental. "Hoy el fútbol es más demandante que nunca; antes se jugaban 30 partidos al año y hoy son más de 70, sin tiempo adecuado para la recuperación", analizó.

Su compromiso con la medicina va más allá del quirófano. Lencina enfatizó la importancia de una formación integral en los médicos, argumentando que "un médico que solo sabe de medicina es muy pobre". Este sentido de integridad también se refleja en su vida personal, donde ha cultivado un profundo amor por la literatura y el tango, elementos que lo acercan a la cultura argentina.

A pesar de todos sus logros, su mayor orgullo sigue siendo su familia, conformada por siete hijos y cuatro nietos, y está esperando el quinto. Actualmente, Lencina es presidente de varias sociedades médicas y enseña en la Universidad de Luján, donde comparte su vasta experiencia con las nuevas generaciones de profesionales.

"Mi corazón está en Junín. Aunque no nací aquí, me siento parte de esta ciudad, y estoy agradecido por las oportunidades que me ha brindado", concluyó Lencina con una sonrisa, iluminando la sala con su cálida presencia y su pasión por la medicina y el deporte.