La Marina de Guerra del Perú está dando pasos decisivos en la renovación de su flota submarina, específicamente en el reemplazo de los venerables submarinos Tipo 209/1100, los cuales están operando al límite de su ciclo de vida útil. Durante la 8° edición del Encuentro Internacional de la Industria Naval (EINAVAL 2024), el Contralmirante Cesas Benavides Iraola, Gerente General del astillero SIMA, compartió detalles sobre este ambicioso proyecto.

Benavides Iraola apuntó que un memorándum de entendimiento ha sido firmado con el presidente de Corea del Sur, lo que marca un avance significativo en la evaluación y posible construcción de nuevos submarinos para la Marina. "Ya que tenemos la capacidad, ¿por qué no construir nuestros propios submarinos? Aunque no fabriquemos el casco, podemos integrar componentes esenciales", destacó.

Este proyecto incluye la necesidad de reemplazar los dos submarinos Clase Tipo 209-1100 B.A.P. Islay (SS-35) y B.A.P. Arica (SS-36), que han servido durante casi 50 años. Además, este avance se da en el marco de una creciente asociación estratégica entre Perú y Corea del Sur en el ámbito de la defensa y la producción industrial.

La asociación entre SIMA y HD Hyundai Heavy Industries se orienta hacia el desarrollo del primer submarino local KSS-III, diseñado para exportación, similar a la propuesta presentada a la Armada de Polonia en el Programa ORKA. Este enfoque no solo busca modernizar la flota submarina, sino también fomentar la industria nacional.

En el contexto de la renovación de capacidades navales, está prevista la construcción de una nueva fragata multifuncional, un patrullero oceánico y dos buques de transporte logístico, contribuyendo así a una flota más robusta y eficiente.

Por otro lado, la modernización de los submarinos Tipo 209-1200 ya está en marcha en SIMA. El primer submarino del programa, BAP Chipana (SS-34), ha comenzado sus pruebas de navegación, mientras otros submarinos de la misma clase, como B.A.P. Angamos (SS-31), B.A.P. Pisagua (SS-33) y B.A.P. Antofagasta (SS-32), también están sometiéndose a trabajos de actualización. En el caso del B.A.P. Antofagasta, se ha registrado ya el corte del casco resistente como parte de su proceso de remotorización.

Esto marca un nuevo capítulo en la historia de la Marina de Guerra del Perú, que no solo busca reemplazar tecnologías antiguas, sino también fortalecer su capacidad defensiva y su autosuficiencia en la construcción naval. ¿Estamos ante el inicio de una nueva era para la Armada Peruana? ¡Mantente atento a las novedades!