En lo que ha causado revuelo en la esfera política, el Partido Comunista de Chile ha decidido no realizar un acto conmemorativo por los cinco años del estallido social, que tuvo lugar el 18 de octubre de 2019. Esta decisión fue anticipada por su presidente, Lautaro Carmona, en sus intervenciones habituales en la radio, revelando que en lugar de una conmemoración, optarán por una declaración pública que rescate las demandas surgidas en esa época.

Desde dentro del partido, se argumenta que el análisis de las reivindicaciones de 2019 señala una clara oposición al modelo neoliberal, algo que coincide con las bases del PC. Según fuentes internas, se llegó a la conclusión de evitar un acto formal, apostando por una estrategia que les permita apoyar a los movimientos sociales sin usurpar el protagonismo del proceso.

"No nos corresponde convocar, pero sí podemos expresar nuestro apoyo. Si hay iniciativas desde los movimientos sociales, las valoraremos positivamente", afirmó Carmona.

Las preocupaciones no solo provienen de la dirección del PC. En el oficialismo, muchos reconocen que organizar un evento conmemorativo podría tener repercusiones negativas en el ámbito electoral, especialmente con las elecciones municipales y regionales a la vuelta de la esquina.

Mientras tanto, críticas desde la oposición, como las del candidato presidencial del Partido Republicano, José Antonio Kast, han etiquetado el estallido social como un "estallido delictual". Kast, con un tono beligerante, ha señalado que los eventos de 2019 están relacionados con la delincuencia, avivando una contienda política y comunicacional que polariza aún más el debate.

Figuras como el diputado Luis Cuello (PC) han denunciado una "batalla cultural y mediática" destinada a demonizar las protestas, señalando que la narrativa de asociar el estallido social con la delincuencia busca invisibilizar los verdaderos reclamos por justicia social y dignidad que motivaron las movilizaciones.

Asimismo, la diputada Lorena Pizarro enfatizó que la criminalización de las luchas sociales representa un retroceso para la democracia y la justicia social en Chile. "Es responsabilidad de todos fomentar un debate justo sobre las luchas por dignidad, que sigue vigente en nuestra sociedad", concluyó.

En este contexto, el Partido Comunista buscará una forma de intervenir en el discurso público, enfatizando que las demandas sociales de 2019 no han desaparecido, y que la urgencia de abordarlas es más pertinente que nunca. La indiferencia hacia el sufrimiento de las comunidades podría generar descontento y protestas renovadas, a medida que los ciudadanos continúan exigiendo respuestas a sus necesidades.