China ha sorprendido al mundo al presentar los primeros análisis de las muestras recolectadas del lado oculto de la Luna por la sonda espacial Chang’e-6, que regresó a la Tierra el pasado junio. Esta misión histórica marcó un hito, siendo la primera en recolectar material de esta misteriosa parte de nuestro satélite natural.

Los resultados de este estudio fueron publicados el 15 de noviembre en la prestigiosa revista Science, brindando información fascinante sobre el pasado lunar, que hasta ahora solo había sido objeto de especulación.

Es importante recordar que siempre observamos un solo lado de la Luna debido a la sincronización entre su rotación y su órbita alrededor de la Tierra. Sin embargo, gracias a la tecnología de exploración espacial, ahora tenemos acceso a los secretos del lado oculto.

Aunque China no fue el primer país en observar esta porción de la Luna (una sonda soviética lo hizo en 1959, y los astronautas de Apolo 8 fueron los primeros humanos en verlo), sí ha sido pionera en la recolección de muestras.

¿Pero qué han encontrado los científicos en este enigmático lado de la Luna?

Según Live Science, los expertos han descubierto evidencia de erupciones volcánicas que ocurrieron hace unos 2.800 millones de años. La misión logró recolectar cerca de 2 kilos de muestras de la cuenca Aitken del Polo Sur, un área de gran interés geológico. Para entender mejor el pasado lunar, los científicos analizaron cuidadosamente los isótopos y la estructura química de las rocas.

El estudio, encabezado por Zexian Cui del Instituto de Geoquímica de Guangzhou, sugiere que el vulcanismo lunar podría ser más antiguo de lo que se había asumido previamente. Mientras que investigaciones anteriores de muestras del lado visible de la Luna indicaban que la actividad volcánica se remonta a solo 120 millones de años, el lado oculto podría haber experimentado eventos volcánicos hace miles de millones de años.

Además, el análisis reveló que las rocas de lava de esta región provienen de una parte del manto lunar que presenta niveles bajos de potasio, tierras raras y fósforo, elementos que son abundantemente encontrados en el lado visible. Los científicos han denominado este fenómeno como un “desequilibrio”, el cual podría estar relacionado con el catastrófico evento que formó la cuenca Aitken. Este impacto fue tan, tan intenso que podría haber reconfigurado las rocas y aun derretido el manto de la Luna.

Estos hallazgos no solo amplían nuestra comprensión del satélite terrestre, sino que también presentan nuevos interrogantes sobre la historia y la geología de la Luna. Con cada misión, se revelan nuevos secretos que podrían cambiar nuestra percepción del espacio y del origen del sistema solar. ¡Mantente atento para más sorpresas sobre la exploración lunar!