Un nuevo estudio realizado en Alemania ha puesto al descubierto una sorprendente percepción social: las personas sin tatuajes son consistentemente consideradas más atractivas que sus contrapartes tatuadas. A pesar de que los tatuajes han ganado popularidad en el país desde la década de 1990, muchas personas todavía sienten que los tatuajes pueden restar atractivo a la apariencia de alguien.

La investigación, llevada a cabo por un equipo de científicos de la Universidad Helmut Schmidt, involucró a casi 500 participantes que evaluaron fotografías de modelos tanto masculinos como femeninos. Los modelos fueron presentados con seis niveles de tatuajes, desde aquellos sin ningún tipo de decoración en la piel hasta versiones extremas, que incluían tatuajes en el rostro.

Los diseños de los tatuajes eran variados, incluyendo patrones naturales y geométricos, pero sin textos ni ilustraciones religiosas o políticas. Los resultados, publicados en la revista científica Plos One, revelaron que los modelos sin tatuajes recibieron las mejores calificaciones en términos de atractivo, mientras que aquellos que presentaban tatuajes en el rostro fueron clasificados con las puntuaciones más bajas.

La psicóloga Selina Weiler, líder del estudio, detalló que los participantes fueron divididos por edad y por su experiencia personal con tatuajes. Curiosamente, los participantes que estaban tatuados, así como los expertos en tatuajes, otorgaron calificaciones ligeramente mejores a los modelos tatuados en comparación con aquellos sin tatuajes. Además, se observó que los menores de 50 años tendían a encontrar a los modelos tatuados más atractivos que el grupo mayor, aunque todos los grupos desaprobaron fuertemente los tatuajes faciales.

El estudio también señaló que esta percepción podría estar arraigada en un rechazo cultural hacia las marcas permanentes que son altamente visibles. Sin embargo, la autora admitió que el grupo de 487 participantes no era completamente representativo de la población alemana, ya que una abrumadora mayoría de los expertos (98,4%) tenía tatuajes.

El cansancio social hacia los tatuajes ha aumentado, destacaron los investigadores. Una encuesta reciente indicaba que poco más de una quinta parte de los alemanes presentan tatuajes. A pesar de la aceptación general de los mismos, un número significativo de personas busca eliminar sus tatuajes. Un estudio de Ipsos encontró que el 6,8% de los individuos tatuados se arrepentían de haberse hecho uno.

Desde 2021, la eliminación de tatuajes con láser en Alemania solo puede ser realizada por médicos, y los tratamientos pueden costar varios miles de euros, un gasto que recae enteramente en el paciente. Así, las marcas en la piel se convierten en un dilema no solo estético, sino también financiero.

Este estudio pone en primer plano una cuestión que muchos llevan años debatiendo: ¿son los tatuajes un símbolo de rebelión y originalidad o, por el contrario, un estigma que puede afectar la percepción que los demás tienen de nosotros? La respuesta parece ser más compleja de lo que parece, y la discusión está lejos de concluir.