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¡Revolución Comercial! Puerto de Chancay: el nuevo aliado de Buenaventura que cambiará las reglas del juego en el comercio sudamericano

2024-12-06

Autor: Sofía

En un anuncio que podría transformar la dinámica del comercio en Sudamérica, se ha revelado que el Puerto de Chancay en Perú no competirá con Buenaventura en Colombia, sino que se convertirá en un aliado estratégico y complementario. A pesar de las preocupaciones iniciales, expertos afirman que ambos puertos podrán coexistir y beneficiarse mutuamente.

Los números hablan por sí mismos: los exportadores colombianos enviaron a China productos valorados en USD 1.981 millones de enero a septiembre de 2024, marcando un notable crecimiento del 14,4% en comparación con el mismo periodo del año anterior. Con estas cifras, queda claro que la conexión entre ambos puertos es esencial para optimizar el comercio.

El Puerto de Chancay, operado por Cosco Shipping Ports, está diseñado para ser un gran hub logístico en Sudamérica, atrayendo carga no solo de Perú, sino también de Colombia y Ecuador. Aunque su proyección inicial es movilizar 400 mil TEU (Unidad Equivalente a Veinte Pies), se espera que logre alcanzar los 750 mil TEU en su primer año de operaciones, acercándose a su capacidad anual de 1 millón de TEU en su fase inicial.

La ubicación geográfica de Chancay permitirá una reducción significativa en los tiempos de envío a Asia, favoreciendo un comercio más ágil y rentable. Con su lema “de Chancay a Shanghai”, se prevé que las importaciones chinas sean más rápidas y económicas. Esto, sin duda, representa una oportunidad única para los empresarios sudamericanos.

Liborio Cuéllar, gerente general de la Sociedad Portuaria Regional de Buenaventura, enfatiza que el Puerto de Chancay no le quitará carga a Buenaventura, ya que este último maneja un volumen natural significativo. “Seguiremos recibiendo barcos que llegarán directamente a nuestro puerto, y así mantendremos nuestra competitividad en la región”, argumentó Cuéllar.

Sin embargo, también señaló la necesidad imperiosa de mejorar la infraestructura y la conectividad del Puerto de Buenaventura. Se espera que para enero de 2026 se realice un dragado que aumente el calado a 16 metros, permitiendo la llegada de buques más grandes y eficientes.

El desarrollo del Puerto de Chancay también se alinea con la iniciativa Franja y Ruta, que busca integrar mejor a los países de América Latina con Asia. Este fortalecimiento de las rutas comerciales tendrá un impacto directo en la economía regional, optimizando la logística del transporte de mercancías.

A pesar de las promesas, expertos como Javier Díaz, presidente de Analdex, advierten sobre los desafíos que deben afrontarse. “La falta de infraestructura y conectividad aún es un obstáculo significativo. Si las navieras deciden no recalcar en Buenaventura, los costos logísticos terrestres podrían aumentar considerablemente, lo que afectaría gravemente a nuestra competitividad”, explicó Díaz.

Además, también se abordó el tema de la normatividad en los puntos fronterizos y la necesidad de mejorar herramientas logísticas para aliviar los tráficos comerciales. Tal como lo resaltó Santiago Pardo, exembajador de Colombia en Japón, la creación del Puerto de Chancay recalca la urgencia de que Colombia ajuste su estrategia comercial, especialmente en el marco del TLC con Asia-Pacífico, donde el país aún no tiene representación.

Las proyecciones señalan que, mientras Perú avanza con instalaciones portuarias de gran envergadura, Colombia podría quedar rezagada. La preocupación radica en la falta de avances sobre proyectos vitales como el túnel de Toyo, que podría abrir nuevas rutas comerciales hacia el Pacífico.

La clave está en la inversión en infraestructura y en el aprovechamiento de tratados internacionales. Es crucial que Colombia no solo observe cómo Perú avanza, sino que se mueva rápidamente para integrar su economía con estas nuevas dinámicas comerciales, aprovechando así la cooperación y el comercio preferencial.

En conclusión, el Puerto de Chancay podría ser el catalizador que impulse una nueva era de comercio entre Sudamérica y Asia, pero solo si Colombia logra adaptarse a esta nueva realidad y realiza las inversiones necesarias para mejorar su competitividad.