Desde la llegada de la pandemia de COVID-19 en marzo de 2020, el mundo del fútbol ha enfrentado desafíos sin precedentes. La interrupción de las temporadas y la posterior reanudación de los campeonatos provocaron calendarios congestionados y una mayor fatiga en los jugadores. Para hacer frente a estos problemas, la FIFA implementó la regla de aumentar las sustituciones de 3 a 5 por partido. Pero, ¿cómo ha impactado esta decisión en el rendimiento de los futbolistas?

Investigadores de la Facultad de Ciencias de la Actividad Física y el Deporte de la Universidad Politécnica de Madrid (INEF-UPM) realizaron un estudio que revela cambios significativos en la dinámica del juego y el rendimiento físico de los jugadores. Analizando datos de 66 partidos de LaLiga SmartBank, el estudio mostró que el incremento en el número de sustituciones mejoró tanto el rendimiento individual como colectivo, haciendo el juego más dinámico.

En el estudio, se encontraron hallazgos sorprendentes: tras la implementación de las cinco sustituciones, las sustituciones aumentaron un 21,7%. Los jugadores que completaron los 90 minutos promediaron 10 km recorridos, mientras que aquellos que fueron sustituidos en la segunda mitad llegaron a los 11 km. ¡Impresionante!

Además, se observó que la intensidad de las carreras también aumentó notablemente. Los jugadores realizaron un 24% más de sprints por partido, destacando que este incremento se hizo más evidente en la segunda mitad. Esto sugiere que los equipos pueden mantener un ritmo más alto de competencia a medida que más jugadores frescos entran al campo.

Abraham García-Aliaga, investigador de la UPM, señala que los estudios futuros deberían centrarse en las distintas posiciones de los jugadores, dado que cada una presenta demandas físicas específicas. Comprender cómo las sustituciones afectan a los jugadores dependiendo de su posición podría optimizar las tácticas y la preparación física.

Pero, ¿sería beneficioso permitir sustituciones ilimitadas? Algunos expertos opinan que esta medida podría mantener la intensidad y reducir la fatiga en los partidos, especialmente en el segundo tiempo. La idea es que liberar a los jugadores del desgaste físico podría prolongar sus carreras y mejorar su rendimiento a largo plazo.

Conclusión: La implementación de cinco sustituciones ha demostrado ser una herramienta poderosa para aumentar la competitividad en el fútbol, pero el debate sobre la posibilidad de sustituciones ilimitadas continúa. ¿Será este el camino hacia un fútbol más emocionante y dinámico? ¡Solo el tiempo lo dirá!