Burkhard Militzer, un renombrado científico planetario de la Universidad de California en Berkeley, ha realizado un descubrimiento impactante: la existencia de gigantescos océanos de agua en el interior de Urano y Neptuno.

Las simulaciones realizadas por Militzer revelan que estos océanos podrían tener un espesor de hasta 8.000 kilómetros, desafiando las nociones anteriores sobre la estructura interna de estos lejanos planetas. Según Militzer, "Creemos que es un océano. Tiene hidrógeno mezclado y una alta conductividad que es crucial para entender el campo magnético".

Pero, ¿qué implica esto para nuestro conocimiento del sistema solar? Esta nueva evidencia podría arrojar luz sobre las singulares características de los campos magnéticos de Urano y Neptuno, que se comportan de manera muy diferente a los de la Tierra. Mientras que el campo magnético terrestre se origina en su núcleo, los campos magnéticos de estos gigantes helados presentan inclinaciones y desviaciones en su eje, como la sonda Voyager 2 de la NASA descubrió en 1986.

Inicialmente, se pensó que estas anomalías se debían a impactos cataclísmicos. Sin embargo, los estudios de Militzer sugieren que estos planetas tienen un núcleo menos homogéneo de lo que se asumía, desencadenando así el "desorden" en sus campos magnéticos. Imagina un núcleo de Urano del tamaño de Mercurio y un núcleo de Neptuno que se asemeja más al de Marte: ¡una composición asombrosamente diferente a la nuestra!

Además, el agua en el interior de Urano y Neptuno no sería comparable a la que conocemos en la Tierra. La presión a la que se encontraría es 60.000 veces superior a la atmosférica, convirtiéndola en un fluido supercrítico, que combina propiedades de líquido y gas. Sorprendentemente, el experimento de Militzer indica que esta agua se separa del carbono, contradiciendo viejas teorías que sostenían que el núcleo estaba más mezclado.

Este hallazgo podría revolucionar la forma en que entendemos el magnetismo planetario y promete ser crucial para futuras exploraciones. La NASA ya ha puesto sus miradas en futuros estudios a Urano en la próxima década, abriendo la puerta a nuevos instrumentos e investigaciones que podrían medir más allá de la atmósfera de estos misteriosos mundos.

Lo más fascinante es que, así como la presencia de agua en la Tierra ha sido un indicativo de vida, estos océanos en Urano y Neptuno podrían significar que hay más por descubrir. Con el apoyo de otros científicos, incluyendo a Adam Masters del Imperial College de Londres, quienes consideran que "antes no sabíamos nada sobre su interior. Por eso, esta hipótesis es muy convincente", el camino hacia una nueva era de exploración está más cerca que nunca.

¡Prepárate para seguir descubriendo los secretos de nuestro sistema solar! Si lo que encontraron resulta ser verdad, podría cambiar todos nuestros conceptos sobre la vida más allá de la Tierra. ¿Estamos a punto de hacer historia?