¿Se avecina el fin? La amenaza del asteroide Apophis y lo que una astrónoma chilena revela
2024-11-16
Autor: Benjamín
El asteroide 99942 Apophis, descubierto en 2004 y apodado como la deidad egipcia del caos, se está convirtiendo en un tema de preocupación mundial. Este enorme objeto, considerado un cercano objeto a la Tierra (NEO), está programado para realizar su acercamiento más próximo a nuestro planeta en solo unos años.
Durante una reciente entrevista, la astrónoma chilena Daphnea Iturra, del Planetario Huechuraba, aclaró los temores acerca de una posible colisión. "El 13 de abril de 2029, Apophis pasará a solo 30.000 kilómetros de la Tierra. Para ponerlo en perspectiva, la distancia entre nuestro planeta y la Luna es de aproximadamente 380.000 kilómetros”, destacó.
Además, Iturra señaló que este asteroide tiene un tamaño considerable, midiendo alrededor de 300 metros, lo que lo hace más grande que algunos de los edificios más altos de Chile, como el Costanera Center. Esta proximidad ha llevado a varios astrónomos a especular sobre la posibilidad de que Apophis colisione con otro objeto cósmico antes de acercarse a la Tierra, lo que podría alterar su órbita y potencialmente convertirlo en una amenaza.
En cuanto a la posibilidad de que Apophis impacte en nuestro planeta, la experta aseguró que lo más probable es que el asteroide sea influenciado por la gravedad terrestre en ese momento crítico. "Esto nos ofrecerá una oportunidad única para estudiar cómo puede desviarse de su trayectoria y tomar muestras de su superficie durante su cercanía, lo que es fundamental para entender más acerca de estos cuerpos celestes," añadió Iturra.
Para ilustrar la cercanía inquietante, la astrónoma mencionó que sería como si la Luna estuviera a solo 12 metros de distancia de nosotros, y Apophis pasaría a tan solo un metro entre la Tierra y la Luna. ¿Estamos realmente preparados para la llegada de Apophis? Los expertos advierten sobre la necesidad de desarrollar mejores tecnologías para monitorear objetos cercanos a la Tierra.
Es un recordatorio de que el espacio puede ser impredecible y que incluso pequeños cambios en la trayectoria de un asteroide pueden tener enormes repercusiones. La comunidad científica sigue de cerca este fenómeno, y aunque los cálculos actuales indican que no hay peligro inminente, siempre es bueno estar alerta ante lo desconocido.