La situación en las universidades de Argentina se encuentra al borde del estallido. Luego del veto a la Ley de Financiamiento Universitario, firmado por el presidente Javier Milei, los estudiantes de la Facultad de Filosofía y Letras y de la Facultad de Psicología de la Universidad de Buenos Aires (UBA) han decidido tomar las sedes como medida de protesta. Este dilema no solo afecta a estas facultades, sino que también ha generado un fuerte eco en la Facultad de Veterinarias, con un reclamo que se alza en todo el país.

El rechazo a esta ley, que será debatido en la Cámara de Diputados el miércoles próximo, ha llevado a los estudiantes a organizarse, mostrando su descontento tras la masiva marcha federal de estudiantes que tuvo lugar la semana pasada. La propuesta de ley busca incrementar los recursos asignados a las universidades y ajustar los salarios de docentes y no docentes de acuerdo con la inflación, una medida crucial para el sostenimiento de la educación superior en el país. Las tomas en las facultades son solo un paso previo hacia una movilización masiva que se llevará a cabo mañana en el Congreso, enviando un claro mensaje a los diputados sobre la importancia de sus decisiones.

No solo los estudiantes de la UBA se han hecho eco de la situación. En el colegio preuniversitario Nacional Buenos Aires, dependiente de la misma universidad, los alumnos también se sumaron a la toma, mientras que Facultades como la de Ciencias Sociales y Exactas evaluarán acciones similares en asambleas. Esta cohesión entre estudiantes muestra la gravedad del clima actual en torno a la educación.

Las autoridades de la Facultad de Filosofía y Letras confirmaron que la sede está tomada y que los estudiantes se han comprometido a cuidar el patrimonio de la institución y a proteger a todos los involucrados. Se pone de manifiesto la preocupación de la comunidad educativa por el futuro de la educación superior, reafirmando su exigencia a los legisladores.

Durante esta jornada de protestas, se llevarán a cabo múltiples actividades, como clases públicas abiertas y vigilias nocturnas. Los estudiantes están motivando la participación activa de docentes, no docentes y graduados. Si la situación persiste sin respuesta del gobierno, han anunciado la posibilidad de realizar cacerolazos en diferentes puntos de Buenos Aires, así como la convocatoria a una nueva asamblea el miércoles a las seis de la tarde.

En la Facultad de Psicología, la toma es considerada simbólica, manteniendo el funcionamiento regular del establecimiento y promoviendo actividades de visibilización. Por otro lado, se convocó a un movimiento masivo en Veterinarias, comenzando con un ruidazo, seguido de un acampe y una actividad de solidaridad con el Hospital Laura Bonaparte, el cual está en peligro de cierre.

El panorama no se limita a las universidades de Buenos Aires. En la Universidad Nacional de La Plata y otras casas de estudio, también se están discutiendo posibles tomas y vigilias, evidenciando un creciente descontento que podría extenderse por todo el país.

El foco de atención mañana estará en la Cámara de Diputados, donde se votará el veto de Milei. Recientemente, el PRO ha decidido apoyar esta medida aunque no sin expresar críticas al Ejecutivo. Esta decisión es clave, ya que se necesitan entre 85 y 87 votos para que el oficialismo logre rechazar el decreto presidencial y persistir con la legislación original.

A medida que avanza el debate interno dentro del PRO, el ex presidente Mauricio Macri busca alinear diferentes opiniones dentro de su bloque, enfatizando la importancia de actuar en conjunto. Con una lucha que busca defender la educación pública, los estudiantes se preparan para una batalla decisiva en el Congreso, donde el futuro del financiamiento universitario pende de un hilo. La presión continúa en aumento y todos los ojos estarán puestos en la respuesta del Gobierno y los legisladores.