En un inspirador esfuerzo por fomentar la reflexión, el diálogo y el intercambio intercultural, la Subsecretaría de Gestión Territorial, Participación Social y Servicio a la Ciudadanía organizó el conversatorio denominado “Trenzando MAS Bienestar: Sororidad e Inspiración Ancestral”. Esta reunión se convirtió en un importante espacio de encuentro donde mujeres de diversas comunidades se unieron para compartir experiencias relacionadas con la sororidad, los conocimientos ancestrales, la salud mental y la participación social transformadora.

El propósito fundamental del conversatorio fue fomentar la conexión entre mujeres, promoviendo un bienestar colectivo que se sustenta en la reconexión con saberes de generaciones pasadas. Durante el evento, se resaltó el valor de la sororidad, entendida como una forma de apoyo mutuo que genera cambios significativos en la salud pública y el bienestar social. Este encuentro también sirvió como una plataforma para explorar cómo la recuperación de prácticas culturales y tradiciones comunitarias puede beneficiar a la sociedad en su conjunto.

La charla contó con la distinción de Alejandra Taborda, Subsecretaria de Gestión Territorial, Participación Social y Servicio a la Ciudadanía, y Shelly Acevedo, una reconocida lideresa comunitaria y diseñadora de trenzas. Ambas participantes subrayaron cómo el trabajo de las mujeres en el arte de trenzar es vital para construir “MAS Bienestar” en sus comunidades. Estos espacios no solo fomentan la estética, sino que también se convierten en refugios seguros para compartir experiencias y fortalecer las redes de apoyo.

“Los abrazos son liberadores, y a través de ellos un corazón se puede suavizar”, apuntó Shelly Acevedo, quien enfatizó la necesidad de estos encuentros para que las mujeres puedan conectar emocionalmente y ofrecer apoyo en momentos difíciles. Ella también destacó que el trenzado va más allá de lo estético; es una reafirmación de la identidad cultural y un medio para incrementar la autoestima de las mujeres.

"Trenzando Más Bienestar" empodera el liderazgo femenino

Por otro lado, Alejandra Taborda enfatizó la importancia del conversatorio para tejer redes de empoderamiento y experiencias que inspiren a otras mujeres. Según Taborda, este tipo de iniciativas son clave para reflexionar sobre el liderazgo femenino y cómo, al unir fuerzas, pueden transformar sus comunidades. “Este encuentro fue una gran oportunidad para reflexionar sobre nuestro papel y el impacto colectivo de la unión de nuestras voces”, afirmó la Subsecretaria.

Uno de los momentos más emotivos fue el taller práctico llamado “Tejiendo Bienestar”. Durante esta actividad, los asistentes compartieron elementos cruciales para su bienestar, como la familia, el trabajo y la comunidad. Este intercambio no solo conectó a mujeres de distintos sectores, sino que también ayudó a identificar intereses comunes y fomentar alianzas para el beneficio mutuo.

La Subsecretaría de Participación Social remarcó la relevancia de crear espacios que valoren el conocimiento ancestral y contribuyan a construir una sociedad más inclusiva, equitativa y consciente. “Contar con espacios como este refuerza nuestras oportunidades para fortalecer la unidad entre mujeres, resaltando el valor de nuestros saberes tradicionales”, destacó Alejandra Taborda.

El poder del conocimiento ancestral

El conocimiento ancestral, transmitido de generación en generación, es un recurso invaluable que permite a las comunidades enfrentar desafíos actuales desde una perspectiva más holística. Prácticas como el arte del trenzado no son simplemente actos decorativos; son expresiones de identidad cultural y maneras de cimentar lazos sociales y emocionales entre mujeres. La reunión en torno al trenzado facilita el compartir historias y sanar heridas, construyendo un sentido de comunidad que trasciende tiempo.

La Subsecretaría ha demostrado con esta iniciativa su compromiso por promover proyectos que fomenten la participación social transformadora y el bienestar integral de las comunidades. De este modo, “Trenzando MAS Bienestar” se establece como un ejemplo claro de cómo recuperar saberes ancestrales y generar espacios de diálogo puede impulsar cambios sociales significativos, promoviendo el empoderamiento femenino y mejorando la calidad de vida.

La participación social transformadora se traduce en implicar a las comunidades en decisiones que afectan su entorno. Este concepto quedó plasmado en el conversatorio, donde se alentó a las mujeres a tomar un rol activo en encontrar soluciones a los problemas que enfrentan. En este marco, la sororidad emerge como fuerza motriz del cambio, permitiendo a las mujeres unirse y apoyar metas comunes: el bienestar colectivo.

Este conversatorio reafirma la importancia de crear y sostener espacios que promuevan diálogo intercultural y el intercambio de saberes y sororidad. Estas acciones no solo robustecen las redes de apoyo y el bienestar colectivo, sino que también alimentan la participación social transformadora, enriqueciendo el tejido social de nuestras comunidades.