En un desarrollo que ha captado la atención del mundo, Ucrania ha sido reportada utilizando por primera vez los temidos misiles de largo alcance Storm Shadow, suministrados por el Reino Unido. Esta impactante noticia fue difundida por medios británicos este miércoles, desatando una ola de especulaciones sobre las implicaciones de este acto militar.

Los restos de uno de estos misiles se han hallado en la región rusa de Kursk, que colinda con Ucrania. Un canal militar ruso en Telegram, junto con el diario Financial Times, ha publicado imágenes que afirman mostrar el artefacto británico derribado, lo que marca un punto de inflexión en el conflicto.

Este uso de los Storm Shadow se produce apenas un día después de que Rusia confirmara el lanzamiento de misiles estadounidenses ATACMS de largo alcance contra su territorio, lo que intensifica aún más las tensiones entre ambas naciones.

Las reacciones han sido variadas. La agencia EFE contactó con un portavoz del Ministerio británico de Defensa, que se limitó a expresar: “En este momento, no vamos a comentar, pero les informaremos cuando haya novedades”. Mientras tanto, Downing Street, la residencia del primer ministro británico, optó por no emitir ningún pronunciamiento oficial, manteniendo su postura de no comentar sobre cualquier posible cambio en la política respecto al uso de misiles de largo alcance por parte de Ucrania.

Fuentes presentes en las conversaciones informales en la reciente cumbre del G20 en Río de Janeiro indicaron que el uso de los misiles Storm Shadow, así como los equivalentes Scalp de Francia, fue un tema discutido entre funcionarios occidentales, lo que sugiere que estas potencias están evaluando sus posiciones estratégicas en este conflicto.

La situación no solo ha generado un clima de tensión, sino también de preocupación. Tras el ataque con misiles ATACMS por parte de Ucrania, el presidente ruso, Vladímir Putin, reafirmó la validez de la renovada doctrina nuclear rusa, indicando que un ataque como el de Kiev representa un cambio “en la naturaleza del conflicto” y podría involucrar a EE.UU. y la OTAN de manera más directa.

Según esta doctrina, el Kremlin se reserva el derecho de responder a ataques convencionales que amenacen la soberanía de Rusia y Bielorrusia con armamento nuclear. Tal vez lo más alarmante es que este escenario podría llevar a un posible ataque contra Ucrania.

Con el mundo observando, la incertidumbre se intensifica en cuanto a si Moscú cumplirá sus amenazas previas. ¿Podría esto llevar a una escalada significativa en el conflicto? Las tensiones están más altas que nunca y el próximo capítulo de esta guerra podría ser más catastrófico de lo que se anticipa.