¿Un refugio para la ciencia?: El masivo éxodo de investigadores de X a Bluesky
2024-11-25
Autor: Lucas
Recientemente, la red social conocida como Twitter, renombrada como X tras la compra de Elon Musk en 2022, ha visto cómo muchos científicos y académicos abandonan la plataforma en busca de un entorno más seguro para compartir sus hallazgos.
En un artículo de la prestigiosa revista Nature, voces destacadas dentro de la comunidad científica han expresado su descontento con la gestión actual de Musk, la cual ha demostrado ser incapaz de contener la proliferación de noticias falsas y bots que invaden la plataforma.
Las recientes elecciones en Estados Unidos, que llevaron a la victoria a Donald Trump, han exacerbado esta migración, con Bluesky, una plataforma relativamente nueva, experimentando un crecimiento explosivo de usuarios. En solo dos semanas después de las elecciones, Bluesky creció de 14 a 21 millones de usuarios, lo que ha llevado a muchos investigadores a trasladarse con la esperanza de recrear la dinámica académica que solían disfrutar en Twitter.
¿Por qué Bluesky ha capturado la atención de los académicos?
La principal ventaja de Bluesky radica en su estructura descentralizada, diseñada para ser un espacio más controlado y menos propenso a los problemas de contenido tóxico que han plagado a X. Iniciado por Jack Dorsey, cofundador de Twitter, en 2019, Bluesky ha mantenido una propuesta fresca y atractiva, especialmente después de que se disolviera su colaboración original con Twitter tras la compra de Musk.
Inicialmente, Bluesky estaba disponible solo mediante invitación, pero desde este año se ha abiertos sus puertas al público, aumentando su popularidad de manera notable. Como señaló Bethan Davies, glacióloga de la Universidad de Newcastle, “todos los académicos han migrado de repente a Bluesky. Ha explotado por completo.”
El atractivo de Bluesky también se deriva de su enfoque en la moderación del contenido. A diferencia de X, donde la reducción de moderación implementada por Musk ha llevado a una explosión de contenido nocivo, Bluesky permite a los usuarios controlar eficazmente lo que ven y con quién interactúan, gracias a herramientas de moderación personalizadas que incluyen opciones de bloqueo y silenciamiento.
Daryll Carlson, investigadora de bioacústica de la Universidad de New Hampshire, ha descrito Bluesky como “un lugar de alegría”, contrastando con la polarización evidente en X desde la alineación de Musk con Trump durante las elecciones.
La plataforma también cuenta con canales específicos dedicados a la ciencia, donde los académicos pueden publicar sus investigaciones y obtener una visibilidad significativa. Con más de 14,000 seguidores en su feed de Ciencias, el contenido académico en Bluesky atrae unas 400,000 visitas diarias.
A pesar de este crecimiento emocionante, también existen preocupaciones. Emily Liu, responsable de crecimiento y comunicaciones en Bluesky, advierte que “cada gran ola de crecimiento trae consigo una ola de spam y estafas”, enfatizando la necesidad de precaución durante esta fase de expansión.
Con la comunidad científica en movimiento, el futuro de Bluesky se presenta prometedor, pero la gestión efectiva del contenido y la comunidad serán clave para mantener su atractivo entre los investigadores.