En un giro inesperado, el precio de la tonelada de cacao ha alcanzado cifras históricas, superando incluso el costo de la tonelada de cobre en la primera mitad del año, según reportes recientes. Este fenómeno está marcado por una escalada en los precios que ha generado alarmas en el sector, ante la posibilidad de que las cosechas se vean afectadas por condiciones climáticas extremas.

De acuerdo con datos de Bloomberg, los futuros del cacao experimentaron un aumento significativo, alzándose hasta un 4.8%, marcando un asombroso precio de US$11,839 por tonelada en la Bolsa de Nueva York. La preocupante tendencia revela que en lo que va del año, el valor de los futuros del cacao ha casi triplicado, lo que ha obligado a gigantes de la industria como Hershey a ajustar sus precios al alza, afectando a consumidores y minoristas.

Aunque se esperaba cierta desaceleración en la subida de precios, este aumento se ha intensificado, particularmente, debido a las severas condiciones climáticas que han golpeado a África Occidental, la región que genera la mayor parte del cacao mundial. Aunque la cosecha principal de esta temporada fue considerada promedio, las previsiones para la cosecha intermedia -que es considerablemente más pequeña- han quedado comprometidas por lluvias torrenciales que han inundado las plantaciones, con el riesgo de que sequías estacionales agraven la situación.

Asimismo, los inventarios en las bolsas estadounidenses están disminuyendo, lo que ha llevado a los comerciantes a enfrentar costos en aumento para mantener sus posiciones. A esto se le suman los retos estructurales que enfrenta la industria, que incluye enfermedades en los cultivos y remuneraciones mínimas para los agricultores, lo que ha creado una crisis en la producción.

Paradójicamente, los árboles de cacao recién plantados requieren varios años para dar frutos, lo que retrasa un posible repunte en la producción y añade incertidumbre al futuro de la industria. Este escenario dibuja un panorama sombrío para la temporada navideña, donde el chocolate y los dulces podrían convertirse en artículos de lujo, afectando tanto a consumidores como a productores por igual. ¿Podrá la industria del cacao encontrar una solución antes de que la temporada festiva llegue a su fin? Las respuestas aún son inciertas.