La familia de Marco Aurélio Cárdenas Acosta, un prometedor estudiante de medicina de 22 años, clama justicia tras su trágica muerte a manos de la Policía Militar en São Paulo, Brasil.

Marco Aurélio, un joven con un brillante futuro por delante, fue baleado en la madrugada del 20 de noviembre en el lobby de un hotel en Vila Mariana. Su madre, Silvia Mónica Cárdenas Prado, ha expresado su indignación, sugiriendo que el incidente podría estar arraigado en la discriminación por su apariencia. ‘Cualquier madre se rebelaría al ver a su hijo caer, con las manos tratando de protegerse, y el policía dispara en el estómago’, declaró en un emotivo testimonio.

Este caso ha sacado a la luz preocupaciones sobre el uso excesivo de la fuerza y la xenofobia que enfrenta la comunidad migrante en Brasil. Silvia mencionó con desesperación: ‘¿Qué justifica matar a un chico de 22 años sin armas? ¿Qué está ocurriendo con la policía brasileña?’

La indignación de la familia fue palpable, ya que Julio César Acosta Navarro, padre de Marco, llegó al lugar del crimen y se encontró con un gran despliegue policial. Relató que no recibió ayuda para trasladar a su hijo al hospital, a pesar de la presencia de 15 policías y cuatro vehículos. ‘Tuve que correr hacia el Centro de Emergencias’, contó, destacando el caos de la situación.

Desafortunadamente, cuando Silvia intentó entrar al hospital para ver a su hijo antes de que falleciera, se le negó el acceso. ‘Le rogué: ‘Déjenme entrar, soy médico’. Pero nadie me dejó pasar’, lamentó, resaltando el dolor de una madre que no pudo estar con su hijo en sus momentos finales.

Según los informes, el joven fue perseguido y golpeado antes de recibir el disparo. Imágenes de seguridad muestran a Marco siendo acorralado por agentes, una escena desgarradora que ha generado una ola de indignación en las redes sociales. Los detalles del caso han reavivado el debate sobre el abuso de poder por parte de las fuerzas del orden en Brasil.

La Secretaría de Seguridad Pública (SSP) ha informado que los agentes involucrados han sido apartados de sus funciones mientras se lleva a cabo la investigación. Sin embargo, Claudio Silva, defensor del pueblo de la policía de São Paulo, ha criticado la actuación de los agentes, afirmando que su uso de la fuerza fue desproporcionado. 'La policía no actuó de acuerdo con los protocolos internos', enfatizó, instando a una revisión exhaustiva de los procedimientos.

El Departamento de Homicidios y Protección Personal del Estado investiga el caso, registrado como muerte por intervención policial. La noticia ha resonado a nivel nacional, generando debate sobre la seguridad y los derechos humanos en el país. Mientras tanto, el hotel donde ocurrió el incidente ha optado por no hacer comentarios, dejando a la familia de Marco y a la comunidad buscando respuestas.

Este trágico suceso no solo ha robado una vida, sino que ha encendido una discusión crítica sobre el papel de la policía y la seguridad pública en Brasil. La lucha por justicia y respuestas apenas comienza.