Vaclav Smil, un octogenario canadiense de origen checo, es considerado el científico más influyente en el ámbito de la energía. Con una vasta trayectoria en diversas disciplinas, su enfoque basado en datos y análisis rigurosos lo convierte en un referente inigualable. Sus obras han impresionado a figuras como Bill Gates, quien ha elogiado su capacidad de sintetizar información compleja de manera accesible y comprensible.

Smil, nacido en Pilsen en 1943, ha escrito más de 40 libros que abordan temas que van desde la evaluación de riesgos energéticos hasta el cambio climático. A pesar de su prominencia, a menudo se mantiene alejado de los focos mediáticos, lo que lo hace aún más intrigante.

En una reciente entrevista, Smil cuestionó la efectividad de las acciones individuales frente a la magnitud de los cambios necesarios para abordar la crisis climática. Preguntó retóricamente: "¿Alguien se cree que EE.UU. o China renunciarían a su estilo de vida solo porque se lo pida Greta Thunberg?" Su afirmación destaca la desconexión entre las exhortaciones de activistas y la realidad de las políticas energéticas globales.

Smil advierte que la transición energética es un proceso complejo que requiere no solo voluntad política, sino también una reevaluación profunda de cómo se producen y consumen los recursos. A medida que el mundo se enfrenta a desafíos energéticos y ambientales sin precedentes, su análisis se vuelve cada vez más relevante. En una era donde los datos y la ciencia son fundamentales, la voz de Vaclav Smil se alza como un llamado a una discusión más informada y basada en la realidad.