El ejército ruso ha logrado una notable victoria este miércoles al capturar Vugledar, su mayor éxito militar en más de seis meses de combates en Ucrania. Este estratégico bastión abre las puertas a una mayor incursión en el sur del Donbás, intensificando aún más el conflicto en la región.

Las autoridades de la autoproclamada república popular de Donetsk, leales a Moscú, confirmaron el izado de la bandera rusa en el edificio de la administración local, un símbolo de la conquista de este enclave crucial. Mientras tanto, Kiev anunció la retirada de sus tropas, dejando atrás a unos pocos civiles después de evacuar a todos los menores de edad.

El grupo operativo-estratégico Jortitsia del ejército ucraniano explicó que se tomó la decisión de retirarse para preservar el personal y el equipamiento de combate, y así preparar nuevas estrategias en futuras operaciones militares.

La conquista de Vugledar se presenta como una victoria ‘simbólica’ para Rusia. Desde la toma de Avdivka en febrero, este es el éxito más significativo para el Kremlin en el este de Ucrania. Yan Gaguin, asesor de la república popular de Donetsk, destacó que las tropas rusas han tomado el control total de la ciudad, aunque el Ministerio de Defensa ruso aún no ha emitido una confirmación oficial completa.

Las fuentes militares indican que las fuerzas ucranianas han sufrido ‘enormes pérdidas’ al aferrarse a la defensa de Vugledar más allá de lo razonable. Este hecho ha sido corroborado por varios medios, que critican tanto a los soldados como a sus comandantes por la retirada precipitada, a menudo a pie.

Vugledar, que antes de la guerra contaba con más de 14.000 habitantes, era un objetivo clave en la ofensiva rusa lanzada en el Donbás desde octubre de 2023. La importancia de esta captura radica en su logística, ya que el abastecimiento desde Crimea se ha vuelto inestable debido a constantes ataques a infraestructuras vitales, llevando a Rusia a construir nuevas conexiones ferroviarias para asegurar sus líneas de suministro.

El cambio de táctica de Moscú ha sido notable, alejándose de los ataques frontales masivos que resultaron en grandes bajas durante el primer invierno de la guerra, hacia una estrategia que consiste en operaciones más pequeñas y medidas para desgastar al enemigo. Esta nueva forma de combate ha dado sus frutos, como demostró la rápida sucesión de victorias recientes.

Con la caída de Vugledar, los analistas advierten que la situación en el sur del Donbás puede volverse crítica para Ucrania. Según medios estadounidenses, las tropas rusas están avanzando a un ritmo sin precedentes, lo que podría llevar a la pérdida de otras ciudades clave como Pokrovsk y Toretsk en las próximas semanas.

La captura de Vugledar también significa que la localidad de Kurajove, rica en recursos de litio, podría estar en la mira del ejército ruso. El avance hacia el este también sugiere que Velika Novosilka, otra posición estratégica, podría estar en peligro de ser rodeada.

Mientras el conflicto se intensifica, la situación en Ucrania se complica, y el futuro de la defensa del país se ve cada vez más incierto. ¿Podrán las fuerzas ucranianas reorganizarse y contener el impetuoso avance ruso, o están al borde de un desastre mayor? La comunidad internacional observa con atención.