La Cumbre del Clima (COP29) ha logrado, en el último momento, un pacto crucial sobre el nuevo objetivo de financiación climática que se implementará a partir de 2025. Este acuerdo busca movilizar recursos que permitan a los países con menos recursos desprenderse de los combustibles fósiles y enfrentar los peores efectos del calentamiento global.

En el texto final, se establece la movilización de hasta 1,3 billones de dólares a través de recursos públicos y privados, aunque sin especificar su origen exacto. Este punto es crucial, ya que la transparencia en la financiación será vital para el éxito de las iniciativas climáticas a futuro.

Los países más ricos, según el acuerdo, deberán contribuir con al menos 300.000 millones de dólares anuales. Este compromiso ha sido clave para que se materialice el pacto.

La importancia de este acuerdo radica en que tuvo lugar en el tiempo de descuento. Originalmente, la meta era movilizar 100.000 millones de dólares anuales, pero la COP29 se propuso elevar esta cifra, lo que generó intensos debates sobre el alcance de la financiación.

El pasado viernes, Azerbaiyán, país anfitrión de la cumbre, presentó un borrador que proponía alcanzar 1,3 billones de dólares anuales para 2035, utilizando una mezcla de diferentes tipos de fondos. Sin embargo, esta propuesta fue considerada insuficiente tanto por los países en desarrollo como por las diversas asociaciones de activistas climáticos.

Finalmente, en una reunión de urgencia con representantes de los 197 países presentes, Azerbaiyán presentó una nueva propuesta que fue aceptada, logrando así el tan esperado consenso.

Este acuerdo no solo representa un hito en la lucha contra el cambio climático, sino que también establece un precedente para futuras cumbres y decisiones globales. Si bien queda mucho trabajo por hacer, este avance es un paso significativo hacia un futuro más sostenible.

¿Qué desafíos enfrentará la comunidad internacional para asegurar la efectividad de este acuerdo? La pregunta queda abierta en el aire, mientras el mundo observa la implementación de estas medidas clave en la lucha contra el calentamiento global.