Manolo Redondo: El Poder Tras el Trono de Florentino Pérez en el Real Madrid
2024-11-23
Autor: David
Si el gran escritor Gay Talese conociera a Manuel Redondo Sierra (Madrid, 66 años), seguramente lo elegiría como protagonista de uno de sus clásicos retratos periodísticos. Este personaje casi invisible para la mayoría es una figura clave en el funcionamiento diario del Real Madrid y una pieza esencial en la gestión de Florentino Pérez. Con una personalidad reservada y un enfoque directo, Redondo es el verdadero 'Señor Lobo' del club, cumpliendo su rol con maestría y precisión.
Redondo, abogado de formación, ha sido el escudero ideal para Florentino Pérez. Su relación con el presidente del club se remonta a la política, donde ambos intentaron revivir el centro político en España en los años 80. A pesar de que la ambiciosa 'Operación Roca' fracasó, esta experiencia fue el inicio de una leal colaboración que los ha mantenido unidos durante décadas.
A medida que las elecciones presidenciales se acercaron en el año 2000, Pérez contrató a Redondo como Director General de Presidencia, convirtiéndolo en el responsable de toda la estructura extradeportiva del club. Con una lista impresionante de responsabilidades, desde la gestión del gabinete de presidencia hasta la organización de eventos, Redondo es el hombre que se encarga de que todo funcione a la perfección detrás de escena.
Su habilidad para gestionar crises es notable. Desde resolver problemas imprevistos hasta coordinar a personalidades importantes que visitan el club, Redondo se ha ganado la confianza absoluta de Pérez. Un periodista de Relevo describió su trabajo como el de un 'currante', un capataz que no busca protagonismo y que siempre tiene a Madrid en mente.
La presión diaria de trabajar en un entorno tan exigente como el Real Madrid es monumental. Según declaraciones de excompañeros, su jornada laboral puede ser tan intensa que a menudo parece no tener tiempo ni para almorzar. Muchos lo han visto corriendo por los pasillos del Bernabéu, incluso comprando bocadillos para satisfacer alguna necesidad inmediata de la presidencia.
El traslado del club a Valdebebas y su desarrollo en el nuevo estadio han ubicado a Redondo en el centro de diversas operaciones, donde supervisa la construcción y el mantenimiento de las instalaciones. Junto a Enrique Pérez, hermano de Florentino, se ocupa de resolver cualquier inconveniente que pueda surgir en el camino. Impactantes detalles como estos demuestran que su trabajo tras bambalinas es tan crucial como el de cualquier figura pública.
Los elogios hacia Redondo son casi unánimes: su dedicación y capacidad de trabajo son indiscutibles. Sin embargo, su carácter a veces severo ha hecho que se le perciba como frío o distante. A pesar de esto, quienes tienen la oportunidad de conocerlo de cerca hablan de un hombre capaz de entender la esencia humana detrás de su arduo trabajo.
El papel de Redondo se ha vuelto aún más vital desde la eliminación de los ultras en 2013, un esfuerzo por mejorar la imagen y la seguridad del club, por el cual fue galardonado con la medalla de bronce de la Real Orden del Mérito Deportivo. Aunque este reconocimiento generó cierta controversia, es un testimonio de su compromiso hacia el club y su capacidad para manejar situaciones complejas.
Finalmente, en un club donde las dinámicas de poder están siempre en juego, la figura de Manolo Redondo emerge como un defensor y un arquitecto del equilibrio entre el poder y la estabilidad dentro de la institución. Su influencia en el Real Madrid es aquella que raramente se visibiliza, pero sin duda, es esencial para comprender el éxito y la continuidad de uno de los clubes más emblemáticos del mundo.