Jordi Turull, el secretario general de Junts, ha lanzado una seria advertencia al Gobierno: si la nueva normativa que introduce un impuesto a las energéticas afecta las inversiones en el polígono químico de Tarragona, sus siete diputados en el Congreso votarán en contra. Esta noticia ha despertado la inquietud en el sector energético y en las áreas económicas de la comunidad.

En una entrevista con 'El Nacional', Turull enfatizó: "No decimos que las energéticas no deban contribuir fiscalmente. De hecho, ya están pagando una considerable carga impositiva. Sin embargo, lo crucial es asegurarnos de que no se pongan en riesgo las inversiones clave en el Camp de Tarragona, que busca transformar su modelo económico hacia la sostenibilidad y la descarbonización".

Turull también criticó al PSOE, señalando que el Gobierno ha intentado llegar a acuerdos con JxCat y Podemos al mismo tiempo, lo que, según él, no garantiza un consenso real, ya que las posturas son significativamente diferentes.

Además, levantó la voz sobre la elevada presión fiscal en Cataluña, subrayando que su formación aboga por reducir impuestos de una manera que promueva la equidad y la justicia. En este contexto, declaró: "Deberíamos exigir el máximo financiamiento del Estado, ya sea no aprobando presupuestos o negociando hasta que cumplan sus promesas en Cataluña".

Por otro lado, se refirió a la relación con el Partido Popular (PP) y dejó claro que no existen puentes tendidos. En cuanto a un posible pacto en el caso de una moción de censura contra el Gobierno de Sánchez, Turull sentenció: "El apoyo de Junts al PP es pura fantasía. Ellos están en complicidad con VOX. No necesitamos que nos lo hagan insinuar".

La situación en Tarragona es tensa, y mientras las negociaciones políticas se desarrollan, la industria energética y la comunidad observan atentamente, anticipando lo que podría ser una batalla crucial sobre el futuro del desarrollo económico y ambiental en la región.