La enfermedad de la lengua azul ha puesto en alerta a varias comunidades autónomas en España, ya que se han establecido zonas suspendidas debido a la circulación de tres serotipos diferentes de este virus. Las comunidades afectadas incluyen Castilla y León, Extremadura, Andalucía y Castilla-La Mancha, donde se han implementado restricciones para el ganado y la vacunación se ha vuelto obligatoria.

En Castilla y León, se han identificado zonas en la provincia de Ávila, donde las comarcas afectadas por el serotipo 1, 4 y 8 son El Barco de Ávila, Arenas de San Pedro, entre otras. En Extremadura, las comarcas suspendidas abarcan el serotipo 1, 3 y 4, mientras que en Andalucía también se han registrado casos de estos serotipos. Las restricciones incluyen la prohibición de movimiento de animales susceptibles, que son principalmente rumiantes, así como la vacunación obligatoria de todos los ejemplares mayores de 3 meses de las especies ovina y bovina.

En particular, cinco comarcas de Salamanca, como Béjar y Ciudad Rodrigo, han sido declaradas zona suspendida por la detección del serotipo 1 en una explotación ganadera de Rosalejo, Caceres. Es importante señalar que la lengua azul, transmitida por mosquitos del género Culicoides, no afecta a los humanos, pero representa una grave amenaza para la producción ganadera.

La situación se complica aún más con la confirmación del serotipo 8 en la provincia de Toledo, donde los primeros casos han sido reportados en explotaciones ganaderas en Mazambriz y Cuerva. Esto ha llevado a la creación de nuevas zonas de suspensión también en partes de Castilla-La Mancha, como en las provincias de Ciudad Real y Guadalajara, afectando a importantes comarcas ganaderas.

Esta situación plantea serios desafíos para los ganaderos, que enfrentan ahora no sólo la preocupación por la salud de sus animales, sino también posibles pérdidas económicas significativas. Es crucial que los propietarios de ganado sigan las directrices de los servicios veterinarios y se mantengan informados sobre la evolución de esta enfermedad. La vacunación y la prevención deben ser prioritarias para salvaguardar la salud del ganado y el sustento de las comunidades rurales.