El conflicto entre Israel y Palestina ha traspasado fronteras, llegando a Líbano, donde las tensiones se han intensificado con el enfrentamiento entre el ejército israelí y la agrupación chií Hizbulá. Actualmente, unos 650 cascos azules españoles se encuentran en la Base Militar Miguel de Cervantes, en el sur de Líbano, desempeñando un papel crucial en la estabilización de la región. Tras el último ataque de Israel, que dejó más de 274 muertos y mil heridos, el Gobierno español ha decidido actuar.

Mientras tanto, el Ministro de Asuntos Exteriores, José Manuel Albares, ha asegurado que existe un plan de evacuación para los aproximadamente 1.000 españoles que residen en Líbano. Este plan se activará en función de la evolución de la situación y cuenta con la autorización necesaria de Naciones Unidas. Aún no se ha iniciado la evacuación, pero el ministro confirmó que el dispositivo está listo y que se destinarán recursos, incluyendo una primera ayuda de un millón de euros a través de la AECID (Agencia Española de Cooperación Internacional para el Desarrollo).

La situación sigue siendo 'muy preocupante', según el Ministerio, ya que los enfrentamientos no solo continúan, sino que parecen intensificarse. A todos los ciudadanos españoles que se encuentran en Líbano, especialmente aquellos de visita por turismo o trabajo, se les insta a salir del país por la vía comercial antes que la situación empeore.

Por si fuera poco, la posibilidad de enviar buques españoles para facilitar la repatriación de civiles está sobre la mesa, y se están organizando los detalles en la Base Naval de Rota. Sin embargo, no se han revelado detalles concretos sobre qué tipo de barcos se emplearán.

La Base 'Miguel de Cervantes' y los efectivos españoles son vitales para mantener la paz en una de las fronteras más convulsas del mundo, la Línea Azul. Esta misión, conocida como 'Libre Hidalgo', ha sido la mayor contribución de España fuera de sus fronteras desde 2006. La seguridad de los soldados españoles es prioridad absoluta, y aunque la situación ha llevado a la suspensión temporal de patrullas, se siguen tomando todas las medidas de seguridad necesarias.

La historia reciente ha recordado a España la importancia de su papel en Líbano. La misión de la ONU nunca ha sido tan relevante como en estos momentos de escalada, y aunque los números de soldados se han reducido en los últimos años, la presencia española sigue siendo significativa.

Con la situación abierta a cambios constantes, el mensaje del Gobierno es claro: la evacuación puede ser urgente si el conflicto se intensifica aún más, lo que mantiene a las familias y la comunidad española en Líbano en un estado de alerta máxima. ¡Estemos preparados para cualquier eventualidad!