El reconocido cardiólogo Rojas advierte sobre el alarmante aumento de casos de cáncer entre los jóvenes, vinculándolo directamente con el consumo excesivo de azúcar y harina refinada.

Según él, estos productos comunes que se encuentran en refrescos, cereales, pan blanco y bollería, están provocando un incremento peligroso en los niveles de insulina, una hormona que actúa como "un potente estimulador del crecimiento de células cancerosas".

Rojas señala que, además de la asociación con el cáncer, el consumo de estos alimentos también está detrás de enfermedades crónicas como la diabetes, la hipertensión y problemas cardiovasculares.

"Es crucial que la gente comprenda la gravedad de estos alimentos y considere reducir o eliminar su ingesta para salvaguardar su salud a largo plazo", asegura el especialista.

La preocupación crece cuando se observa que, a pesar de las advertencias, el azúcar y la harina refinada siguen siendo staples en la dieta diaria, especialmente entre los jóvenes.

Su normalización en productos procesados ha hecho que su efecto dañino pase desapercibido.

¿Qué podemos hacer para frenar esta tendencia? La clave es tomar conciencia de sus efectos negativos y realizar cambios en nuestra alimentación.

Asimismo, se ha demostrado que alternativas más saludables, como granos integrales, frutas y vegetales, no solo ayudan a mantener niveles de insulina adecuados, sino que también contribuyen a una mejor salud general.

La educación sobre nutrición y la promoción de hábitos alimenticios saludables son esenciales para revertir esta alarmante tendencia.

¡Es hora de actuar y cuidar de nuestra salud!