Ana Peleteiro ha compartido en sus redes sociales su felicidad por los cambios recientes en su vida. "Me atrevería a decir que estoy mejor que nunca, con muchas ganas y feliz de cómo me estoy adaptando a los nuevos entrenamientos y a nuestra nueva vida aquí", confesó en Instagram. Hace un mes, la talentosa saltadora dejó atrás Guadalajara y su grupo de entrenamiento con Iván Pedroso, regresando a su pueblo natal de Ribeira (A Coruña) para entrenar bajo la supervisión de su esposo, Benjamin Compaoré.

Los entrenamientos han sido intensos, con un enfoque en físico y resistencia. Ana ha compartido vídeos de su rutina de pesas, la cual la ha dejado sintiendo los efectos del ejercicio, algo que no le ha hecho falta ocultar. Benjamin quiere que el lado personal de su relación no interfiera con la preparación atlética. Además, la joven triplista Sokhna Galle, quien fue campeona mundial juvenil en 2011, se ha unido a Ana en esta nueva etapa, ya que también se mudó a Guadalajara para ser entrenada por Compaoré.

Sin embargo, la llegada de Ana a Ribeira ha hecho frente a un clima poco benévolo, ya que la lluvia ha marcado sus primeros días de entrenamiento. "Menos mal que ha salido el sol porque estaba haciéndose las maletas para volverse a París", bromeó Ana. Está entrenando en un nuevo módulo cubierto, inaugurado recientemente en Ribeira, diseñado para ofrecer las mejores condiciones a los atletas. Esta instalación cuenta con una pista de 60 metros, pasillos para salto largo y triple, un área para salto de pértiga, y espacio para salto de altura, lo que la convierte en un lugar ideal para el entrenamiento de altísimo nivel.

La apertura de esta instalación ha sido el resultado de un esfuerzo significativo por parte de las instituciones públicas gallegas, quienes apoyaron a Ana al construir un módulo que promete desarrollar el atletismo en su ciudad natal. "¿En qué momento Alberto Núñez Feijóo confió en mí para apoyarme construyendo esto?", comentó Ana en un pódcast, dejando claro que su vínculo con Ribeira va más allá de los trofeos y medallas.

Una de las anécdotas más emocionantes de estos días ha sido el encuentro entre Ana y un grupo de 90 niños del Ribeira Atletismo. Debido a las inclemencias del tiempo, los pequeños atletas tuvieron que terminar su actividad bajo el mismo techo que su ídolo, creando un ambiente de motivación y admiración. Juan Manuel Olveira, responsable del club, explicó: "Les dije que Ana es una más de nosotros que viene a entrenar, se le saluda y no se le molesta". Esto ha sido una gran ilusión para los jóvenes, quienes ven a Ana como un claro ejemplo de lo que se puede lograr a través del deporte.

Ana no solo ha regresado a su ciudad, sino que también ha estado activa apoyando al club local. Ha contribuido en la compra de material necesario para los entrenamientos de los jóvenes, reafirmando su compromiso con el deporte en Ribeira. El presidente del club ha destacado que Ana ha sido parte de la historia del atletismo local desde que era una niña, lo que resalta su conexión con la comunidad.

Los habitantes de Ribeira son conscientes de que la reciente inversión en infraestructura deportiva está ligada al éxito de Ana. "Esto no estaría aquí si ella no hubiera ganado una medalla olímpica", comentan orgullosamente. Además, hay un gran deseo de que esta nueva iniciativa fomente un aumento en la inscripción de jóvenes atletas. Se espera que, de los 90 inscritos actualmente, se alcance una cifra de 200 en los próximos dos o tres años, gracias a la inspiración que Ana ofrece al compartir la pista con ellos.

Peleteiro ha trazado planes ambiciosos para el futuro, buscando atraer talento y formar un equipo competitivo bajo la tutela de Benjamin, con ella como protagonista. También tiene en mente establecer una academia local que impulse el atletismo en Galicia desde las bases, creando así una conexión aún más sólida entre su legado y la futura generación de atletas. Mientras se adapta a su nueva vida y entrena, Ribeira celebra el regreso de su hija pródiga, sabiendo que su presencia cambiará el panorama del atletismo en la región para siempre.