Andrés Roca Rey ha vuelto a Perú junto a su novia Marina en un evento social que marcó un significativo renacer tras la grave cogida que sufrió en Las Ventas. La boda de los conocidos socialités Castillejo y Braschi se convirtió en el marco ideal para que el torero, que ha estado lidiando con su recuperación, demostrara su fortaleza y espíritu indomable.

Roca Rey, quien se mostró en excelente estado de ánimo, refleja una mejora notable desde el incidente que casi lo aparta de los ruedos. Recordemos que durante la Feria de Otoño en Madrid, este valiente diestro sufrió una monumental cogida que lo dejó con severas lesiones en su muslo derecho, incluyendo dos profundas trayectorias que afectaron sus músculos isquiotibiales y el nervio ciático.

Su recuperación fue nada menos que un desafío, comenzando por su traslado de emergencia al Hospital Fremap de Majadahonda, donde se sometió a exhaustivas pruebas médicas. Pese a las recomendaciones de los profesionales de la salud de permanecer más tiempo bajo cuidados, Roca Rey optó por volver a casa tan solo tres días después del accidente, el 9 de octubre, donde pudo contar con el amor y apoyo constante de Marina y su familia.

El acto al que asistieron destacados rostros de la sociedad peruana no solo conmemoró el amor y la unión, sino que también simbolizó el compromiso del torero con su carrera. Aunque la temporada de toros en España ha llegado a su fin, la expectativa por su regreso a los ruedos es alta. Roca Rey ha fijado su retorno para el 15 de noviembre en Latacunga, Ecuador, donde espera sorprender a sus aficionados con su regreso triunfal.

La presencia de Roca Rey y Marina en este evento también subraya la importancia del soporte emocional en su proceso de recuperación. La comunidad taurina sigue atenta a cada paso de este valiente torero, cuya historia de lucha y amor sigue inspirando a muchos, dejando en claro que no hay obstáculo que no pueda ser superado con coraje y determinación.