BERLÍN.- En un giro inesperado de sus memorias, Ángela Merkel confiesa que buscó la sabiduría del Papa Francisco para lidiar con Donald Trump durante su primera presidencia. La ex canciller alemana se sintió vulnerable al enfrentarse a la mentalidad competitiva de un ex promotor inmobiliario, que parecía decidido a deshacerse de pactos climáticos vitales como los acuerdos de París.

En el extracto revelador publicado en el semanario alemán Die Zeit, Merkel expone las dificultades que encontró en el trato con Trump. Ella notó su admiración por líderes autoritarios como Vladimir Putin, lo cual complicaba el diálogo. "Lo veía todo desde la perspectiva del promotor inmobiliario que era. Cada parcela de tierra solo podía venderse una vez, y si él no lo lograba, alguien más lo haría. Así veía él el mundo", escribió Merkel.

El Papa Francisco ofreció un consejo crucial a Merkel cuando le pidió orientación sobre cómo relacionarse con personas que tienen “puntos de vista fundamentalmente diferentes”. Su respuesta fue clara: "Dobla, dobla, dobla, pero asegúrate de que no se rompa". Un consejo que resuena con la necesidad de flexibilidad y negociación en la política internacional.

Merkel, quien fue una de las líderes más influyentes de la Unión Europea en esa época, había logrado navegar a través de crisis significativas, desde la crisis de deuda en la zona euro hasta la pandemia de COVID-19. Su firmeza, contrastada con las turbulencias de la presidencia de Trump, le valieron el título de la verdadera "líder del mundo libre".

En sus memorias titulas "Libertad: Memorias 1954-2021", que se lanzarán en más de 30 países el 26 de noviembre, Merkel expresa su esperanza de que la vicepresidenta de EE.UU., Kamala Harris, venza a Trump en las elecciones. "Evidentemente estaba muy fascinado por el presidente ruso", añade, destacando su preocupación por las tendencias autocráticas en el liderazgo global.

Si bien Merkel mantenía una imagen favorable entre los votantes durante su mandato, su legado ha sido objeto de críticas, especialmente en lo que respecta a las relaciones de Alemania con Rusia. Tras dejar el cargo, ha optado por un perfil bajo, pero no ha dejado de reflexionar sobre su tiempo gestionando esos complejos vínculos, particularmente su relación con Putin, a quien describe como un hombre que deseaba ser respetado.

Además, en un momento inquietante de sus memorias, parece sugerir que la invasión de Ucrania en 2022 por parte de Putin fue una estrategia anticipada, planificada para desarrollarse tras su salida del poder. Recuerda que se mostró reacia a permitir la membresía de Ucrania en la OTAN, previendo así un conflicto armado.

Merkel no solo analiza su interacción con líderes mundiales, sino también cómo la política internacional ha sido influenciada por el miedo y la historia. En este contexto, afirma que algunos líderes de Europa del Este habían subestimado la persistencia de Rusia, que "fuertemente armada nuclearmente, sí existía". Su libro promete ofrecer no solo una visión de su tiempo en el poder, sino también lecciones para el futuro de la política global.