Finanzas

¡Banco Santander cerrará más de 200 oficinas! ¿Está la banca tradicional en riesgo de extinción?

2025-03-27

Autor: Ana

El Banco Santander ha anunciado su intención de clausurar el mayor número de oficinas físicas en España desde el estallido de la pandemia, previendo el cierre de más de 200 sucursales este año. Esta drástica medida es una señal clara de la transformación que está atravesando la banca tradicional. La llegada de Ignacio Juliá a la dirección de Santander España, un directivo con fuerte enfoque digital proveniente de ING, refuerza esta tendencia hacia la digitalización.

A lo largo de los últimos años, la banca clásica se ha enfrentado a un dilema existencial, muy parecido al de otras grandes empresas del IBEX, como Telefónica, que se debate entre adaptarse a la nueva era tecnológica o resignarse a un declive inevitable. Por un lado, el mantenimiento de oficinas físicas se ha vuelto un peso financiero, especialmente frente a los neobancos que operan con estructuras más ligeras y eficientes. Por otro lado, estas sucursales siguen siendo un recurso valioso para ciertos sectores de la población, particularmente para los mayores de 60 años, quienes a menudo poseen una parte significativa del patrimonio financiero en el país.

Los neobancos han ganado terreno en productos básicos y cuentas corrientes, aunque todavía enfrentan limitaciones en áreas más complejas como las hipotecas y la gestión patrimonial. En su informe anual, el propio Santander reconoció el "valor de la conexión humana" que sus sucursales aportan, especialmente para clientes vulnerables, mientras avanza hacia su visión de ser "un banco digital con sucursales", creando una dinámica de ying y yang.

En el ámbito de la gestión de inversiones, la banca tradicional aún tiene espacio para diferenciarse de los neobancos, donde la interacción cara a cara con un gestor puede ser un factor decisivo para ciertos clientes. Sin embargo, competidores como Trade Republic o la española Indexa están cada vez mejor posicionados, ofreciendo menores comisiones y mayor reconocimiento, aunque no suelen brindar productos exclusivos para grandes patrimonios, donde las fintech aún encuentran desafíos.

Con unos beneficios récord de más de 12.500 millones de euros en 2024, el Santander no siente una urgencia inminente por implementar estos cambios. Sin embargo, la gran cuestión que persiste es si su estrategia de combinación de digitalización con una presencia física selectiva será suficiente para mantener su relevancia, especialmente cuando las nuevas generaciones se conviertan en el grupo dominante de clientes con patrimonio.

Es evidente que la banca tradicional no está desapareciendo, sino que se encuentra en una profunda metamorfosis. El sector está buscando un equilibrio entre la eficiencia digital y el valor añadido que aportan las interacciones humanas. ¿Logrará el Santander adaptarse a este nuevo panorama competitivo o se quedará atrás en la era de la digitalización?