Ciencia

Bocadillos y Albergues: Las Ridículas Dietas para la Investigación en España

2024-11-26

Autor: Manuel

Un funcionario del grupo 2 recibe una subvención diaria de 65,97 euros para alojamiento y de 37,40 euros para manutención. Este régimen de tarifas, que lleva más de 20 años sin ser actualizado, está afectando gravemente la competitividad científica en el país.

El problema se ha vuelto más evidente en las últimas semanas, cuando el investigador del CSIC, Christian Gortázar, tuvo que recurrir a alquilar un Airbnb en un pueblo remoto de Alemania, junto a otros dos colegas, para poder asistir a un congreso internacional. "Económicamente no nos quedó otra opción", confiesa este científico, quien lamenta que las restricciones presupuestarias obliguen a los investigadores a tomar decisiones difíciles.

Expertos subrayan que estas dietas ridículas no solo inquietan a los científicos, sino que también representan un obstáculo para el avance de la ciencia en España. Muchos investigadores se ven obligados a destinar sus propios fondos personales a fin de cubrir gastos básicos, lo que resulta insostenible a largo plazo.

Además, las tarifas desactualizadas impactan sobre la capacidad de España para atraer talento internacional y participar en investigaciones colaborativas de alto nivel. En un entorno donde la inversión en ciencia y tecnología es crucial, mantener políticas obsoletas es un lujo que el país no puede permitirse.

La falta de revisión de estas normativas también podría generar un efecto dominó, afectando no solo a los investigadores, sino a toda la estructura científica, lo que a la larga podría conducir a una disminución de la calidad de la investigación española en comparación con otros países.

La comunidad científica hace un llamado urgente a las autoridades para que reevalúen y actualicen estas dietas, asegurando así que la investigación española pueda competir efectivamente a nivel global. ¿Seguirá España ignorando este clamor? ¡La ciencia merece más!

A medida que la situación evoluciona, se espera que la presión sobre el gobierno aumente, ya que los investigadores continúan defendiendo el valor de su trabajo y la importancia de contar con recursos adecuados para desarrollar su labor.