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Brad Mehldau, la leyenda del jazz, revela abusos en sus memorias: "Lo hacía parecer normal" - Un llamado a la reflexión

2024-11-26

Autor: Carmen

Introducción

Escribir un libro de memorias a los 53 años es un acto valiente que invita a la introspección. En el caso de Brad Mehldau, el renombrado pianista de jazz, esta acción se convierte en un testimonio valioso de su vida y trayectoria. Con la publicación de la primera parte de sus memorias, titulada *Un canon personal*, Mehldau nos lleva a través de su infancia, adolescencia y juventud, dejando al lector con ganas de conocer más sobre su evolución como músico contemporáneo.

Brad Mehldau en el mundo del jazz

Brad Mehldau es considerado uno de los jazzistas más influyentes del siglo XXI, con una carrera que comenzó a florecer en los años noventa. Su capacidad para reinventarse y mantenerse relevante en el mundo del jazz lo coloca al nivel de leyendas como Herbie Hancock y Keith Jarrett de décadas pasadas.

Un canon personal: una narrativa única

El primer volumen de *Un canon personal* no es una autobiografía en el sentido tradicional. Mehldau utiliza una narrativa más cercana a la novela autobiográfica, explorando episodios que han marcado su vida con una profundidad única. A través de sus experiencias, el pianista aborda temas complejos, convirtiendo su historia personal en una genuina obra literaria.

Influencia de la literatura y la música

Desde temprana edad, la literatura ya formaba parte de la vida de Mehldau, quien menciona a Harold Bloom como una influencia significativa en su forma de ver el mundo. Su pasión por la música comenzó con artistas como Billy Joel y Rush, pero a medida que crecía, se sumergía cada vez más en el jazz, encontrando inspiración en grandes como John Coltrane y Grateful Dead.

Revelaciones sobre traumas y abusos

Uno de los aspectos más impactantes de sus memorias es su disposición a hablar sobre los traumas y abusos que sufrió en su infancia. Mehldau revela que un profesor en su escuela secundaria fue responsable de abusos que él no pudo procesar en ese momento. Su relato reflexiona sobre cómo tales experiencias han pasado desapercibidas en el discurso sobre la educación y la vulnerabilidad juvenil: "Viví aquello como algo traumático, pero también muy complejo. Él podía hacerlo parecer normal, y al escribir pensé que estas situaciones siguen ocurriendo", confiesa.

Escritura como autoterapia

Este enfoque sobre el trauma no solo sirve como una forma de catarsis para el pianista, sino que también ofrece un medio de conexión con los lectores. Mehldau sugiere que escribir sobre sus experiencias ha sido una forma de autoterapia, ayudándole a entender que todos enfrentan sus propios traumas, los cuales pueden ser fuentes de crecimiento personal y creatividad.

Vida en Nueva York y lucha contra la adicción

Al llegar a Nueva York a los 18 años, se sumergió en un entorno musical vibrante, donde se cruzó con otros talentosos músicos que también florecerían en el mundo del jazz. Sin embargo, su vida personal estaba marcada por la lucha contra la adicción a las drogas, especialmente la heroína, que cobró un costo significativo en su vida y su carrera.

Conexiones en Barcelona

Aunque Mehldau no profundiza demasiado en sus años en Barcelona, cada recuerdo está impregnado de una profunda admiración hacia su amigo y colaborador Jorge Rossy. Su conexión con Rossy y otros músicos españoles como Perico Sambeat le brindó nuevas perspectivas musicales que influyeron en su desarrollo como artista, incluso en su lucha con la adicción.

Expectativas para la segunda parte

La segunda parte de sus memorias promete explorar su evolución como músico en más detalle, y cómo finalmente, después de superar sus batallas personales, pudo florecer realmente en su carrera. Este primer volumen deja al lector expectante, no solo por conocer las etapas más culminantes de su carrera, sino por entender cómo la música se entrelaza con su historia de vida en formas profundas y conmovedoras. Así, Brad Mehldau no solo encuentra su voz como músico, sino también como narrador de su propia vida, invitando a otros a que se reconozcan en sus experiencias.