Carlos Sainz rompe el silencio: "No desobedecí ninguna orden de Ferrari" y revela la verdad tras el caos de Las Vegas
2024-11-26
Autor: Carmen
El reciente Gran Premio de Las Vegas ha dejado a la escudería Ferrari en el ojo del huracán con tensiones palpables entre sus dos pilotos, Carlos Sainz y Charles Leclerc. A pesar de las especulaciones, Sainz ha aclarado que no desobedeció ninguna orden, enfatizando que la presión en estos momentos no beneficia al equipo.
La rivalidad entre ambos pilotos ha sido evidente. Leclerc, un competidor feroz, mostró su frustración tras la carrera, donde Sainz lo superó, desatando un torrente de quejas por radio. Las palabras de Leclerc: "Estoy cansado de ser el chico bueno" dejan en claro que las emociones estaban a flor de piel.
Ferrari ha intentado mantener la armonía en su equipo, pero la realidad es que la lucha entre los pilotos puede ser destructiva. Sainz explicó que nunca recibió una instrucción de Ferrari para dejar pasar a Leclerc, a pesar de que el ingeniero de Leclerc, Bryan Bozzi, le informó incorrectamente que tal orden existía.
Es fundamental destacar que Ferrari tiene un claro enfoque en la lucha por el Campeonato de Constructores y no tiene tiempo para conflictos internos. Con solo dos carreras restantes en la temporada y Leclerc a 21 puntos detrás de Lando Norris en la clasificación, la necesidad de una estrategia cohesiva es imperativa.
La hipótesis de que Sainz debería dejar pasar a Leclerc se torna insostenible. ¿Por qué arriesgar un podio por una diferencia marginal en puntos por un subcampeonato que no beneficia a Ferrari en su conjunto? Sainz dejó claro que seguir órdenes sin sentido no es el camino a seguir.
Durante la carrera, Sainz recibió la instrucción de no presionar a Leclerc en una fase crítica, pero él aprovechó la oportunidad para adelantarlo de manera efectiva. Leclerc, aparentemente abrumado, se quejó con su ingeniero sobre si Sainz había recibido instrucciones de no adelantarlo, a lo que él respondió sarcásticamente: "Intenta decírselo en español". Esto capta la tensión entre los pilotos, que parecía escalar en cada vuelta.
Al final, Sainz terminó la carrera delante de Leclerc, quien, un tanto desanimado, expresó su malestar en los micrófonos cuando se le preguntó sobre el resultado. Sus palabras, reflejando su desencanto por la situación, resaltan lo complicado que es para un piloto competitivo ser el que está bajo presión de mantener la unidad en el equipo.
Dadas las circunstancias y el contexto de la temporada, el desafío para Ferrari es claro: tomar decisiones estratégicas que beneficien al equipo y evitar que la rivalidad entre sus pilotos socave sus objetivos. En una temporada que ha tenido sus altibajos, la comunicación interna y la claridad de objetivos son ahora, más que nunca, esenciales. ¿Podrá Ferrari encontrar el equilibrio perfecto entre sus pilotos antes de que termine la temporada?