Liam Payne ha sido despedido en un conmovedor funeral que tuvo lugar el pasado miércoles 20 de noviembre en su ciudad natal, Amersham, a unos 40 kilómetros al noroeste de Londres. La ceremonia se celebró en la iglesia de St. Mary, donde se reunió una gran cantidad de familiares, amigos y fanáticos que acudieron a ofrecer su último adiós al cantante de One Direction, fallecido a la prematura edad de 31 años.

La trágica muerte de Liam, que cayó del balcón de un hotel en Buenos Aires a principios de octubre, ha dejado un vacío innegable en la vida de sus seres queridos, así como en la de su hijo Bear, quien solo tiene 7 años. Bear asistió al funeral junto a sus abuelos paternos, Karen y Geoff Payne, mientras que su madre, Cheryl Tweedy, optó por un perfil bajo, acompañada de sus amigas de la famosa banda Girl’s Aloud, Nicola Roberts y Kimberley Walsh.

Cheryl, quien tuvo una relación de gran notoriedad con Liam de 2016 a 2018, compartió en su cuenta oficial de Instagram una emotiva dedicatoria a su ex pareja y una imagen conmovedora de Liam junto a su hijo. Reconoció lo difícil que es sobrellevar esta pérdida, subrayando su deseo de proteger a Bear del dolor y la exposición innecesaria que conlleva la fama.

“Mientras intento sobrellevar este suceso devastador, me gustaría recordarles amablemente que hemos perdido a un ser humano”, escribió. “Liam no solo era una estrella del pop; era un hijo, un hermano, un tío, un querido amigo y un padre para nuestro hijo de 7 años. Es desgarrador pensar que Bear tendrá que enfrentar el hecho de no volver a ver a su padre”, agregó Cheryl, que se encuentra sumida en la angustia por la situación.

Además, Cheryl hizo un llamado a los medios y al público para reflexionar sobre la cobertura mediática respecto a Liam, pidiendo respeto y dignidad en este momento tan delicado. “Por favor, déjenle a Liam la poca dignidad que le queda después de su muerte para que descanse en paz”, suplicó.

Numerosos amigos y excompañeros de Liam, incluidos Harry Styles, Zayn Malik, Niall Horan y Louis Tomlinson, también estuvieron presentes, compartiendo un momento de tristeza y nostalgia por los años vividos juntos en One Direction. El funeral, que se llevó a cabo en un ambiente privado para preservar la intimidad de la familia, incluyó un ataúd de color azul oscuro con rosas blancas, transportado en un carruaje tirado por caballos.

Entre los asistentes también se encontraba Kate Cassidy, la actual pareja de Liam, así como figuras del entretenimiento como James Corden y Simon Cowell, quien fue uno de los principales responsables del ascenso de One Direction en la industria musical.

Las autoridades continúan investigando las circunstancias de la muerte de Liam. Recientemente se ha revelado que, al momento de su fallecimiento, había rastros de alcohol, cocaína y un antidepresivo en su sistema, lo que ha despertado preocupación sobre los efectos de la presión pública y la fama en el bienestar mental de los artistas. Hasta ahora, tres personas han sido acusadas por “abandono de persona seguido de muerte” y “suministro de estupefacientes”, lo que ha avivado el debate sobre la responsabilidad de quienes rodean a las celebridades en situaciones vulnerables.

La trágica despedida de Liam Payne subraya la necesidad de abordar la salud mental en la industria musical y el impacto devastador que la fama puede tener en la vida de las personas.