Joey Biden, el presidente de Estados Unidos, ha autorizado a Ucrania a usar misiles de largo alcance ATACMS, permitiéndole así atacar objetivos en territorio ruso. Esta decisión marca un nuevo y peligroso capítulo en el conflicto, respondiendo a un contexto geopolítico complejo.

Por su parte, el ex presidente Donald Trump ha declarado su deseo de encontrar una solución más diplomática que pudiera frenar el envío de armas a Kiev. Con este entorno incierto, Biden busca maximizar las capacidades defensivas y ofensivas de Ucrania antes de que un posible cambio de administración pueda alterar el equilibrio de poder.

La autorización para el uso de misiles ATACMS no solo pretende restablecer un balance en el conflicto, sino que también tiene como objetivo debilitar la capacidad logística y militar de Rusia, especialmente en la región del Donbás, donde los avances rusos son cada vez más palpables y preocupantes.

Hasta ahora, las acciones de Ucrania en territorio ruso se habían limitado a drones y pequeñas incursiones; sin embargo, los ATACMS ofrecen una herramienta potente que permite ataques con un alcance y precisión significativamente mayores.

Pero esta decisión no está exenta de riesgos...

¿Estamos en la antesala de una Tercera Guerra Mundial?

Moscú ha lanzado advertencias sobre la posibilidad de una "Tercera Guerra Mundial" como consecuencia de estas acciones. Aunque el riesgo de un enfrentamiento nuclear ha disminuido desde 2022, la retórica agresiva del Kremlin podría intensificar las tensiones internacionales.

De hecho, Rusia ha declarado que está realizando "máximos esfuerzos" para prevenir un estallido nuclear. Según la Fuerza Aérea ucraniana, un reciente lanzamiento de un misil balístico intercontinental hacia el territorio ruso ha encendido alarmas en el Kremlin. El portavoz presidencial Dmitri Peskov reafirmó que Rusia adopta una postura responsable para evitar conflictos de este tipo, recordando su doctrina nuclear.

Aliados Globales: ¿Quién está con quién?

En el lado de Ucrania, su principal aliado es Estados Unidos, en compañía de los 27 miembros de la Unión Europea y el Reino Unido, además de la Organización del Tratado del Atlántico Norte (OTAN), que agrupa a 21 países de la UE.

En contraste, los aliados de Rusia se encuentran principalmente en la Organización del Tratado de Seguridad Colectiva (OTSC), una alianza militar establecida tras la desintegración de la Unión Soviética. Esta incluye a Armenia, Bielorrusia, Kazajistán, Kirguistán y Tayikistán.

Más allá de su región inmediata, Rusia mantiene relaciones cercanas con China, donde ambos países suelen coordinar acciones en foros internacionales como las Naciones Unidas, además de contar con aliados controversiales como Corea del Norte, que ha desarrollado armamento nuclear bajo la influencia y apoyo ruso.

Estos entramados de alianzas ponen al mundo en una situación de tensión constante, y la pregunta que queda flotando en el aire es: ¿Estamos realmente al borde de un conflicto mundial? Las decisiones de hoy podrían definir el futuro de la seguridad global.