El 31 de octubre de hace tres años, Ana Sancho organizó una cena familiar que se tornó memorable de una manera inesperada. Su sobrina notó algo raro en su voz por teléfono, como si estuviera bajo los efectos del alcohol. Preocupada, se dirigió de inmediato a su casa y, más tarde, al hospital. Ana estaba sufriendo un ictus. Hoy, tanto ella como su sobrina participaron juntas en una caminata de cinco kilómetros organizada por la unidad de ictus del Hospital Joan XXIII, con el propósito de concienciar a la población sobre la importancia de la prevención y detección precoz de esta grave condición.

El evento reunió a más de trescientas personas en El Serrallo, donde se respiraba un ambiente de camaradería y esperanza. Muchos de los pacientes se encontraban con los profesionales de salud que les atendieron, abrazándose en un emotivo reencuentro.

El Dr. Xavier Ustrell, jefe del servicio de neurología del hospital, subrayó la vital importancia de identificar los síntomas de un ictus rápidamente: "La ventana de tratamiento con la que trabajamos es muy estrecha; cuanto más pronto se reconozcan estos síntomas, más eficaces serán los tratamientos y menores serán las secuelas". La prevención es clave, y según el doctor, se puede lograr a través de una dieta mediterránea equilibrada y un estilo de vida activo. Además, es fundamental abordar los factores de riesgo como la hipertensión, el colesterol alto y la diabetes.

En términos de detección, Laia Seró, neuróloga de la unidad de ictus, advirtió que los síntomas más comunes incluyen dificultad para hablar, desviaciones faciales y debilidad en un lado del cuerpo, especialmente en brazos y piernas. Ante estos signos, es crucial llamar al 112 de inmediato. Una ambulancia acudirá rápidamente, se activará el protocolo de ictus y el paciente será trasladado al hospital adecuado, en este caso, al Joan XXIII.

Entre los valientes participantes de la caminata, se encontraba Pablo Ibáñez, quien sufrió un ictus hace 11 años. "Mientras trabajaba, de repente me caí y no pude levantarme. Mi vida cambió drásticamente; ahora sufro de hemiplejía y no puedo mover ni mi brazo ni mi pierna izquierda. Es un camino difícil, empezar de nuevo", reflexionó Ibáñez, enfatizando la necesidad de mayor sensibilización sobre esta enfermedad. "Es esencial que se conozca más sobre el ictus para que quienes lo padecemos no nos sintamos tan solos", añadió.

Es fundamental recordar que el ictus es la principal causa de discapacidad en España y, con campañas como esta, se busca no solo prevenir sino también ofrecer apoyo a quienes enfrentan esta dura realidad. ¡Cada paso cuenta para salvar vidas!