En un trágico giro de los eventos, al menos 16 personas han muerto y decenas más resultaron heridas en un bombardeo israelí que impactó en una escuela de Deir al Balah, en el centro de Gaza, la cual funcionaba como refugio para desplazados. Este ataque forma parte de una serie de bombardeos que han ido incrementándose en las últimas semanas, donde instituciones educativas, refugios y hospitales se han convertido en objetivos recurrentes. La comunidad internacional ha expresado su preocupación sobre el uso de estas instalaciones por parte de Hamás, que, según Israel, las convierte en blancos legítimos bajo el pretexto de defensa.

Un informe de Médicos Sin Fronteras ha descrito el norte de Gaza como un "páramo inhabitable", señalando que ya hay más de 400,000 personas atrapadas en este territorio, con insuficiencia de suministros esenciales como agua y alimentos. La ONU también ha señalado que varios refugios de la UNRWA han sido evacuados y que las condiciones de vida son "miserables y catastróficas".

En relación con la incursión militar israelí, el Ejército ha afirmado que han eliminado a decenas de milicianos en Yabalia, mientras se lleva a cabo una operación terrestre destinada a eliminar a los grupos armados en la zona. A su vez, el alto representante de la UE, Josep Borrell, ha condenado "la retórica alarmante" del primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu, sugiriendo que el patrón de destrucción no solo se limita a Gaza, sino que también se ha extendido a Líbano y Cisjordania.

¡Un panorama desolador! Las crónicas de la guerra en Gaza todavía siguen sin solución aparente, y la comunidad internacional busca respuestas sobre cómo detener el avance de la violencia.

Además, recientes informes revelan que más de 42,000 personas han perdido la vida en Gaza desde el inicio de estos conflictos, incluidos innumerables niños y mujeres. La crisis humanitaria se profundiza con cada ataque aéreo, planteando interrogantes sobre la capacidad de la comunidad internacional para intervenir.

Por otro lado, los ataques israelíes no han dejado indemne a Líbano, donde informes recientes indican que más de 87 trabajadores de salud han muerto en su territorio durante el conflicto. Ante la creciente escalada, la ONU ha instado a un alto el fuego y una intervención humanitaria urgente para aliviar el sufrimiento de miles de civiles atrapados en este violento escenario.

¡Sigue atento a nuestras actualizaciones en este conflicto devastador que no muestra signos de cese!