El PSOE ha comenzado su 41 Congreso Federal en Sevilla, intensificando sus críticas hacia el PP bajo el liderazgo de Alberto Núñez Feijóo, a la vez que muestra un decidido apoyo a su presidente, Pedro Sánchez. Durante el congreso, altos funcionarios del partido han expresado su descontento con lo que consideran una ofensiva judicial contra Sánchez y han apelado a la unidad interna para afrontar los desafíos actuales.

La ministra de Inclusión, Elma Saiz, ha proclamado al PSOE como el "faro" de la socialdemocracia y ha condenado la estrategia del PP de lanzar acusaciones infundadas. "Es imperativo que defendamos las políticas justas que han hecho de España un ejemplo en Europa", enfatizó Saiz.

El expresidente José Luis Rodríguez Zapatero también ha tenido un papel destacado, recibiendo el Premio Rosa Manzano y subrayando la importancia del feminismo y la lucha contra la desigualdad. "No descansaremos hasta que se establezca el derecho universal de todas las mujeres a vivir libres de violencia", afirmó durante su intervención. Zapatero instó a los asistentes a luchar por una España progresista y solidaria.

La ministra de Igualdad, Ana Redondo, abordó la problemática de la violencia vicaria y la necesidad de erradicar la prostitución, considerándola "el germen de la desigualdad". Redondo llamó a continuar avanzando en políticas que protejan a las mujeres de todas las formas de violencia, resaltando la importancia de educar a las nuevas generaciones en el respeto y la igualdad.

En medio de la celebración, se respiraba un ambiente de tensión por la reciente dimisión de Juan Lobato, exlíder del PSOE de Madrid, quien dejó su cargo tras una serie de controversias. Los líderes presentes han evitado profundizar en el asunto, centrándose en la necesidad de unidad y en los grandes proyectos que el PSOE busca impulsar para el futuro de España.

Con un enfoque hacia la reestructuración interna y la promoción de un discurso de unidad frente a la adversidad, el PSOE se plantea consolidar su liderazgo bajo la dirección de Sánchez. Mientras tanto, las críticas desde el PP no cesan, con acusaciones sobre una supuesta corrupción que planea sobre el partido.

Este congreso no solo es un reflejo de la situación actual del PSOE, sino también un indicador de la lucha política que se avecina con las próximas elecciones. La presión está sobre Sánchez y su equipo, que buscan no solo fortalecerse internamente, sino también recobrar la confianza de los ciudadanos en medio de un clima de descontento generalizado.