En un escalofriante giro de eventos, el Ejército israelí ha llevado a cabo bombardeos contra objetivos del grupo terrorista Hezbollah en el sur de Líbano. Esto se produce luego de que el primer ministro Benjamin Netanyahu diera la orden de atacar “decenas de blancos terroristas” en el vecino país como respuesta a un reciente lanzamiento de cohetes.

“En respuesta a los disparos de cohetes contra Israel esta mañana, el primer ministro Benjamin Netanyahu y el ministro de Defensa Israel Katz instruyeron (a las fuerzas armadas) para actuar con contundencia contra decenas de blancos terroristas en Líbano”, reza un comunicado del Ejército.

La situación ha llamado la atención de la fuerza de la ONU en Líbano (Finul), que expresó su preocupación por una posible escalada de la violencia. Instaron a todas las partes a contener cualquier acción que pudiera comprometer el delicado equilibrio alcanzado y la vida de civiles en la zona.

La advertencia fue clara: “Cualquier nueva escalada podría tener consecuencias graves para la región”.

Recordemos que un acuerdo de tregua, firmado el 27 de noviembre, había logrado poner fin a dos meses de enfrentamientos entre Israel y Hezbollah, que había abierto un frente en apoyo a Hamas al inicio de la guerra en Gaza en octubre de 2023.

El ministro de Defensa israelí, Israel Katz, había anunciado antes que el Ejército respondería a los cohetes lanzados desde el sur de Líbano hacia Metula, un pueblo israelí, marcando así el primer ataque transfronterizo desde diciembre. Sin embargo, los proyectiles fueron interceptados por la fuerza aérea, sin causar víctimas.

“No podemos permitir que se disparen cohetes desde Líbano hacia las comunidades de Galilea. El gobierno libanés es responsable de esos disparos. He ordenado al ejército que actúe en consecuencia”, declaró Katz con firmeza. Más tarde, reafirmó su compromiso de garantizar la seguridad a las comunidades de Galilea.

Las sirenas antiaéreas comenzaron a sonar a las 07:30 (hora local) en Metula, tras lo cual el Ejército israelí confirmó haber interceptado los tres proyectiles que habían cruzado a su espacio aéreo. En respuesta a este ataque, las fuerzas israelíes bombardearon la localidad de Khiam y otras áreas en el sur de Líbano, mientras aviones de combate sobrevolaban la región y las tropas utilizaban armas automáticas contra las colinas cercanas.

A pesar de la gravedad de la situación, hasta el momento no se han reportado víctimas ni de los ataques islámicos ni de las represalias de Israel. Sin embargo, el jefe del Estado Mayor del ejército israelí, Eyal Zamir, advirtió que las fuerzas armadas actuarán “con severidad” ante cualquier provocación desde Líbano, recordando la responsabilidad del gobierno libanés en el mantenimiento del alto el fuego.

Es crucial destacar que, aunque la tregua exige la retirada de tropas de ambos bandos del sur de Líbano, Israel ha sostenido cinco puestos militares en el territorio libanés, considerando que las milicias aún operan en la región. Mientras tanto, el primer ministro libanés advirtió el sábado sobre el riesgo de una “nueva guerra” debido a los disparos de cohetes, cuya autoría sigue sin ser reivindicada.

La tensión continúa en el terreno, lo que deja en vilo a la comunidad internacional y apunta a un delicado equilibrio que podría desmoronarse en cualquier momento.