Millones de cubanos enfrentan apagón prolongado

Millones de cubanos están lidiando con otro apagón general que se prolonga por tercera noche, un fenómeno que se ha vuelto alarmantemente frecuente con este siendo el quinto en menos de seis meses. La crisis energética agudiza la ya crítica situación económica que vive la isla, marcada por la escasez extrema de alimentos, combustible y medicamentos.

Causas y consecuencias del apagón

Este apagón masivo comenzó la noche del viernes tras un fallo en una subestación eléctrica cerca de La Habana y rápidamente se propagó, dejando a la mayoría de los 9,7 millones de habitantes sin suministro eléctrico. El apagón no solo afecta la iluminación, sino que también impide el acceso al agua potable, ya que muchas bombas dependen de la electricidad para funcionar.

La respuesta del gobierno

Las autoridades cubanas, encabezadas por el dictador Miguel Díaz-Canel, han declarado que están realizando esfuerzos para restablecer el servicio eléctrico, aunque reconocen que el proceso es lento y complicado. Mientras tanto, la resiliencia de la población se pone a prueba día tras día.

Adaptación de la población

En La Habana, personas como Jorge Suárez, un abogado de 47 años, se adaptan a la situación. “Es como si nos acostumbráramos a vivir en un desierto, la adaptación se vuelve una necesidad”, comentó mientras disfrutaba de una cerveza en un bar que contaba con un pequeño generador. La dueña del lugar, Adela Alba, enfrentaba enormes dificultades, diciendo: “Es muy difícil trabajar en estas condiciones. El generador es lo único que nos permite seguir operando y mantenernos a flote.”

Acciones ante la crisis energética

A medida que el apagón continúa, muchos cubanos recurren a métodos tradicionales de cocción, utilizando leña para preparar sus comidas, ya que la escasez de gas se ha vuelto crónica. Otros se agrupan en casas que cuentan con generadores para cargar sus teléfonos móviles, el único medio de comunicación con el exterior.

Problemas del sistema eléctrico

Ariel Mas Castellanos, un funcionario de la empresa eléctrica, explicó que gran parte del equipo ha envejecido y no puede seguir rindiendo como antes. Aunque hay algunos circuitos paralelos que están proporcionando energía a servicios esenciales como hospitales, muchas comunidades siguen completamente a oscuras.

Testimonios de los afectados

Los testimonios de personas afectadas reflejan la angustia y desesperación. Silvia Torres, de 64 años, comenta que su provincia se beneficia de los circuitos paralelos, lo que les permite tener luz en medio de la crisis. “Es una bendición tener electricidad cuando muchas otras provincias siguen a oscuras”, dijo esperanzada. Sin embargo, la frustración se siente en cada rincón de la capital, desde los que deben subir varios pisos sin ascensor hasta quienes deben cargar agua a mano.

Frustraciones cotidianas

“El sistema eléctrico está en pie de guerra”, lamentó Rubén Borroto, de 69 años, mientras subía las escaleras de su edificio. “Sin agua, sin electricidad... es cada vez más insostenible vivir así”. La frustración y la angustia se sienten en el aire: "¿Hasta cuándo vamos a soportar esta situación?", se pregunta Daymi Echenique, de 26 años.

Impacto de los cortes de energía

Con cortes de energía casi diarios que pueden durar horas, la situación se torna cada vez más desesperante. En febrero, ante un inminente apagón, las autoridades incluso suspendieron actividades en la isla para evitar caos.

El futuro incierto de la energía en Cuba

La crisis no parece tener fin: las centrales térmicas, muchas de ellas construidas en las décadas de 1980 y 1990, siguen fallando. Las barcazas eléctricas turcas y generadores no son suficientes para sostener el sistema eléctrico nacional debido a las restricciones del embargo estadounidense, que complican aún más la importación de combustible.

Iniciativas del gobierno cubano

En un esfuerzo por afrontar esta crisis, el gobierno cubano ha anunciado la aceleración de varios proyectos de energía solar, con planes de instalar al menos 55 parques solares este año, los cuales se espera que puedan cubrir alrededor del 12% de la demanda nacional. Sin embargo, muchos cubanos esperan que las promesas se traduzcan en acciones rápidas para mejorar sus condiciones de vida.