Cristina Pedroche y Dabiz Muñoz dieron el gran salto al matrimoniar en octubre de 2015 de una manera sorprendente, celebrando una ceremonia íntima en su hogar ante un notario. Esta decisión fuera de lo común ha sido solo una muestra del amor auténtico que comparten, alejado de los convencionalismos de la sociedad.

Desde su unión, se han convertido en una de las parejas más icónicas del panorama social español, y su familia creció con la llegada de su hija Laia, quien nació el 14 de julio del año pasado. Como madre, Pedroche ha compartido que la llegada de Laia ha transformado completamente su perspectiva de la vida y las prioridades de la pareja.

En el podcast de Uri Sabat ‘La fórmula del éxito’, Cristina Pedroche habló sin tabúes sobre su vida personal, arrojando luz sobre la lucha interna de su marido, Dabiz Muñoz, reconocido como uno de los mejores chefs del mundo. Con gran franqueza, Pedroche sorprendió al público al confesar que su esposo “no es feliz”.

“Solo encuentra alegría cuando termina de correr, o cuando está cuidando a nuestra hija. Me gustaría que disfrutara más de su trabajo y se sintiera satisfecho cocinando en DiverXO”, explicó Pedroche. En sus declaraciones, se filtraron momentos en las redes sociales donde dejó claro que Muñoz se encuentra atrapado en sus obsesiones y en una búsqueda interminable de la perfección.

“Es una persona infeliz. Intento mostrarle cada día cuántas razones tiene para sentirse afortunado, pero él prefiere sumergirse en su tormenta personal. Es un perfeccionista extremo. Siempre dice: ‘Si algo está bien, cámbialo’”, agregó la presentadora. Además, Pedroche destacó que ama a su marido, pero también mencionó que necesita que Dabiz busque la felicidad en las pequeñas cosas de la vida, en su familia y en momentos sencillos. “Me gustaría que se refugiará en nosotros con más frecuencia”, sentenció.

Esta confesión ha generado un eco significativo en las redes sociales, donde muchos seguidores han elogiado la honestidad de Pedroche. La pareja, aunque enfrenta desafíos, continúa siendo un símbolo de amor verdadero, mientras comparten los altibajos de su vida cotidiana junto a su hija. ¿Podrá Dabiz Muñoz encontrar la felicidad que tanto anhela? Solo el tiempo lo dirá.