
David Sinclair, el gurú de Harvard, advierte: "Tres comidas al día en España y picar es demasiado, apagan los genes de la longevidad"
2025-03-26
Autor: Carmen
Desde la antigüedad, el ser humano ha anhelado el secreto para la eterna juventud: un elixir capaz de detener el envejecimiento y prolongar la vida indefinidamente. Aunque estas aspiraciones no han resistido el escrutinio científico, el deseo por descubrir la clave de la longevidad permanece vigent. Hoy, la ciencia moderna se adentra en este mito y comienza a ofrecer respuestas basadas en datos concretos.
Alcanzar la eterna juventud todavía es un sueño, pero ralentizar el proceso de envejecimiento es posible. Esta es la conclusión del profesor de genética de la Universidad de Harvard, David Sinclair, quien ha dedicado más de dos décadas a investigar cómo combatir el paso del tiempo y el impacto de factores como la alimentación, el ayuno y el estilo de vida.
Si se pudiera resumir su mensaje en pocas palabras, sería: comer menos, comer mejor y hacerlo en el momento correcto puede alargar tu vida. Estas recomendaciones no solo derivan de su investigación, sino también de su propia rutina diaria.
Comer menos pero comer mejor
A lo largo de sus intervenciones, Sinclair ha elogiado la dieta mediterránea como una de las mejores opciones nutricionales, gracias a su base vegetal y a su alto contenido de grasas saludables, fibra y antioxidantes. Aunque él mismo evita el pescado, reconoce que un consumo moderado de ácidos grasos omega-3, como los frutos del mar, puede tener efectos positivos sobre la longevidad.
La dieta mediterránea, dice, ayuda a prevenir enfermedades cardiovasculares y reduce la inflamación, factores que se asocian con el envejecimiento acelerado. Ingredientes como legumbres, frutos secos, aceite de oliva, verduras y cereales integrales forman una base nutricional rica en nutrientes, baja en azúcares y con un alto poder antioxidante.
Sin embargo, no solo es relevante lo que comes, sino también cuánto comes. Por eso, su dieta se limita a una única comida completa al día, generalmente la cena, que incluye alimentos como arroz, yuca y verduras de origen vegetal. Si come durante el día, opta por ensaladas ligeras y, si siente hambre, consume pequeños placeres como chocolate negro al 80% o un puñado de nueces.
Gracias a estas elecciones, Sinclair ha mejorado notablemente sus indicadores de salud y, lo más sorprendente, ha recuperado agudeza mental. "Recuperé el cerebro que tenía a los veinte", afirma. Cree firmemente que muchos de los problemas relacionados con la edad son resultado de un estilo de vida inadecuado.
Adicionalmente, él es crítico acérrimo de los alimentos ultraprocesados y el azúcar añadido, que recomienda eliminar de la dieta. A lo largo de su vida, pensó que llevaba una alimentación saludable, pero comprendió que su amor por el queso y el vino tinto no era lo mejor para él. "Los datos recientes sugieren que incluso una copa de alcohol al día perjudica nuestras células cerebrales", sostiene.
Desde que realizó cambios en su dieta, ha eliminado casi por completo el alcohol y los productos procesados. Aunque podría ceder en ocasiones especiales, siempre insiste en que los beneficios físicos y mentales que ha experimentado son contundentes.
Y en el momento adecuado
Finalmente, el horario de las comidas es crucial en la estrategia de Sinclair. Es un firme defensor del ayuno intermitente, especialmente el modelo 16/8, que propone 16 horas de ayuno seguidas de 8 horas para alimentarse. Según él, reducir la frecuencia y la hora de las comidas es clave para activar los genes de la longevidad. "Tres comidas al día más snacks son excesivas. Mantener al cuerpo en un estado de abundancia apaga nuestros genes de longevidad", concluye con una advertencia que muchos deberían considerar.
El enfoque de Sinclair con respecto a la salud y el bienestar es un testimonio de cómo pequeñas modificaciones en nuestros hábitos diarios pueden tener un enorme impacto en nuestra calidad de vida y longevidad.