María Gustafsson, la icónica azafata Britt del exitoso programa 'Un, dos, tres', ha fallecido a los 78 años. Su carisma y espíritu nórdico la llevaron a convertirse en un rostro querido de la televisión en España a partir de la década de 1970. Su trayectoria comenzó de forma inesperada, cuando una agencia de viajes usó su foto sin permiso para promocionar viajes. Al reclamar, la agencia le ofreció un viaje a Canarias, lo que la llevó a enamorarse de España y decidir establecerse aquí de manera definitiva.

Su primera aparición ante las cámaras fue gracias a Chicho Ibáñez Serrador, quien le otorgó un pequeño papel en la película de terror 'La residencia' en 1969. Esto abrió la puerta a su participación en 'Un, dos, tres', donde deslumbró al público como Britt, un apodo que le dio Chicho para evitar confusiones con su nombre real, María.

Durante su tiempo en 'Un, dos, tres', María no solo mostró su belleza, sino que también fue fundamental al sacar las bolas del bombo que determinaban los futuros concursantes. Sin embargo, tras su paso por el programa, en lugar de seguir la senda de sus colegas como Ágatha Lys o Yolanda Ríos, María decidió adentrarse en el mundo de la producción y la escritura.

Se casó con Miguel Lluch, director de la serie 'Vivir es lo que importa', donde tuvo dos hijos. Tras su experiencia en televisión, se convirtió en guionista de programas infantiles y llegó a dirigir Canal 10, aunque el canal no tuvo larga duración. A finales de los 90, se retiró a Estocolmo, donde empezó su carrera como autora de novelas policiacas en el popular género Nordic Noir.

Publicó cinco novelas, destacándose la trilogía de Klara Andersson, que narra las peripecias de una actriz sueca convertida en espía para el Servicio Secreto. Su legado vivirá en las páginas de sus libros y en la memoria de quienes crecieron viéndola en la pantalla. Al recordar su contribución, el mundo del entretenimiento español se despide de una mujer que dejó una huella imborrable.