La demencia es una enfermedad crónica y progresiva que causa un deterioro significativo en las funciones cognitivas, afectando la memoria, el pensamiento, la orientación y la capacidad de comunicación. Aunque comúnmente se asocia con las personas mayores, es importante saber que puede afectar a personas de cualquier edad.

La genética juega un papel crucial en el desarrollo de la demencia. Si hay antecedentes familiares de la enfermedad, el riesgo aumenta. Además, factores como un estilo de vida sedentario y la falta de estimulación mental son importantes y pueden incrementar las probabilidades de presentación.

El Dr. David Curto, director médico de Sanitas Mayores, señala que es normal experimentar cierta pérdida de memoria al envejecer, pero no todos los olvidos significan que una persona esté desarrollando demencia. Esta enfermedad se considera cuando se presentan al menos dos problemas de las funciones neuronales, como la falta de memoria junto con dificultades en el lenguaje.

Síntomas iniciales de la demencia

Identificar los síntomas a tiempo puede marcar la diferencia. Los primeros signos de la demencia incluyen:

- **Desorientación** en tiempo y espacio.

- **Alteraciones** en la memoria, tanto a corto como a largo plazo.

- **Dificultades** en la atención y problemas de comunicación.

- **Cambios conductuales** que pueden manifestarse como confusión o alteraciones en el estado de ánimo.

- **Apraxia**: dificultad para realizar tareas motrices aprendidas.

- **Agnosia**: incapacidad para reconocer objetos o personas familiares.

Fases del deterioro cognitivo

La demencia se manifiesta por fases que reflejan el avance del deterioro. En la fase inicial, los problemas son leves, pero a medida que se progresa a una fase intermedia, las capacidades cognitivas se afectan de forma más notable. En la fase avanzada, la condición se vuelve irreversible, y el individuo puede requerir cuidados permanentes de un profesional.

Avances tecnológicos en la detección y prevención

Afortunadamente, la tecnología se presenta como una herramienta esencial para la detección temprana y el seguimiento de las personas con demencia. Existen aplicaciones y dispositivos que ayudan a monitorear los síntomas y pueden alertar a familiares o cuidadores sobre cualquier cambio significativo en el comportamiento del paciente.

¿Es posible prevenir la demencia?

Aunque no existe una cura definitiva, hay varias estrategias que pueden ayudar a reducir el riesgo de desarrollar demencia. Estos son algunos consejos:

- **Ejercicio regular**: Mantenerse activo físicamente protege la salud cerebral.

- **Alimentación saludable**: Una dieta equilibrada rica en antioxidantes, ácidos grasos omega-3 y vitaminas es fundamental.

- **Estimulación mental**: Actividades como leer, aprender un nuevo idioma o tocar un instrumento pueden ser muy beneficiosas.

- **Interacción social**: Mantener relaciones sociales fuertes y participar en actividades comunitarias también puede tener un impacto positivo.

En conclusión, aunque la demencia es un tema alarmante, el conocimiento de sus síntomas y la adopción de un estilo de vida saludable son pasos fundamentales para enfrentar esta enfermedad y asegurar un envejecimiento digno y saludable.