Las autoridades de Nepal han confirmado una trágica noticia en el ámbito del alpinismo: cinco montañeros rusos han sido encontrados sin vida, tras haber desaparecido hace días. Los cadáveres fueron avistados por un helicóptero de rescate en la mañana del 8 de octubre, a una elevada altitud de 7.100 metros. Según informes preliminares, aparentemente sufrieron una caída de aproximadamente 500 metros desde una altitud de 7.600 metros, mientras intentaban descender tras un intento fallido de alcanzar la cima de la montaña Dhaulagiri, de 8.167 metros, en la cordillera del Himalaya.

El grupo de alpinistas, compuesto por Alexander Dusheyko, Oleg Kruglov, Vladimir Chistikov, Mijail Nosenko y Dmitri Shpilevoi, había decidido enfrentarse a esta desafiante montaña sin el uso de cuerdas o el apoyo de sherpas, además de prescindir de oxígeno adicional, un hecho que aumenta la peligrosidad de este tipo de expediciones.

Afortunadamente, uno de los miembros, Valery Shamalo, fue rescatado y se encuentra en un hospital en Katmandú. Shamalo decidió abortar su intento de llegar a la cima y tras tres días logró regresar al campamento 1. Esta información ofrece un rayo de esperanza en medio de una tragedia devastadora.

La expedición comenzó el 30 de septiembre y el grupo enfrentó varios desafíos, incluyendo una lesión por avalancha que obligó a la evacuación de otro miembro en los primeros días de la ascensión. Después de varios días difíciles y condiciones extremas que incluían nieve hasta el pecho, el equipo alcanzó los 6.900 metros. En una decisión arriesgada, Denis Aleksenko y Artem Tsentsevintskyi decidieron continuar su ascenso hasta la cima, alcanzándola el 5 de octubre a las 15:40. Sin embargo, su éxito se convirtió en tragedia durante el descenso.

Este suceso trágico ha generado preocupación sobre la seguridad en las expediciones alpinistas, especialmente en rutas como la del Dhaulagiri, que, a pesar de ser la séptima montaña más alta del mundo, no es ampliamente escalada debido a su dificultad y peligros inherentes. Las autoridades y expertos en montañismo han hecho un llamado a los alpinistas a evaluar los riesgos y a considerar la seguridad como la prioridad número uno en sus expediciones.