Un alarmante estudio realizado por la Universitat Politècnica de Catalunya (UPC) ha revelado que, en tan solo 25 años, gran parte de la península ibérica y las Islas Baleares podría ver cómo su clima mediterráneo se convierte en un clima estepario, e incluso desértico en la Comunitat Valenciana, debido al calentamiento global incontrolado.

La investigación llevada a cabo por el Centre de Política del Sòl i Valoracions (CPSV) de la UPC, titulada "España: hacia un clima más seco y cálido", fue presentada en septiembre durante el Congreso Internacional de Meteorología de la European Meteorological Society (EMS) en Barcelona. Los académicos Josep Roca, Blanca Arellano y la doctoranda Zheng Qianhui han analizado los patrones de temperatura y precipitaciones en España desde 1971 hasta 2022, proyectando un sombrío panorama climático para 2050.

Las proyecciones son inquietantes: si se mantiene la tendencia actual de calentamiento, se espera que la precipitación anual en 2050 sea entre un 14 % y un 20 % menor que en la actualidad. Esto significa que la Comunidad Valenciana pasará de un clima mediterráneo habitual a uno mucho más árido, mezclando características de climas esteparios y desérticos que abarcarán desde Almería hasta el valle del Ebro.

De acuerdo con el estudio, la temperatura media diaria en 2050 podría alcanzar los 15,84 °C, lo que representaría un aumento de 1,43 °C en comparación con la última década. Además, los días de verano se extenderían en casi un mes al año, y las noches tropicales—donde las temperaturas superan los 20 °C—serían 7,2 de media en toda España, casi el doble de las registradas en 1971. En Valencia, por ejemplo, se registraron 113 noches tropicales en 2022, frente a solo 57 en 1971.

La realidad también es preocupante desde el punto de vista de las sequías y el incremento en la torrencialidad de las lluvias. Para 2050, se prevé que la precipitación media anual en la península y Baleares se sitúe por debajo de los 500 mm, 126,3 mm menos que en el periodo 1971-2000, abriendo la puerta a sequías más largas y severas en la región.

El incremento de olas de calor tanto diurnas como nocturnas ha sido significativo, con un notable aumento en su frecuencia y duración. De hecho, mientras que en la primera década analizada (1971-1980) las olas de calor eran raras, la última década ha visto un incremento alarmante en su duración, pasando de 3 a 9 días.

El estudio concluye que, de continuar esta tendencia, el clima de España continental y Baleares en 2050 no será más mediterráneo caluroso (Csa) sino semiárido frío (BSk), con temperaturas medias anuales inferiores a 18 °C y precipitaciones que caerán por debajo del umbral de sequía.

Particularmente preocupante es el futuro de la Comunitat Valenciana, que podría convertirse en un desierto cálido (BWh) en su costa y sur, y en un desierto frío (BWk) en su interior. Este cambiará radicalmente las características climáticas de la región, asemejándose más a las condiciones del norte de África desde Argelia hasta Egipto.

Con esta información, se hace evidente que el cambio climático no es un problema del futuro, sino una realidad que estamos viviendo y cuya gravedad solo aumenta. Es esencial tomar medidas drásticas y urgentes para mitigar estos efectos antes de que sea demasiado tarde.