En medio de la crisis provocada por el escándalo Rubiales, Relevo visitó Florencia para entrevistar a Verónica Boquete, una de las figuras más destacadas y críticas de la Real Federación Española de Fútbol (RFEF) y su enfoque hacia el fútbol femenino. Su propia experiencia con la RFEF la convierte en una voz autorizada en la materia.

Con la reciente y polémica lista de convocadas de Montse Tomé, Boquete volvió a manifestarse, esta vez un tanto pesimista. En un mensaje en X, titulado "dèjà vu", acumuló más de 800 retweets y 68,000 visualizaciones en menos de una hora, lo que refleja la relevancia de su opinión.

Solo han transcurrido cinco días desde el despido de Jorge Vilda y el nombramiento de Tomé como nueva seleccionadora. La asturiana, que había sido la mano derecha de Vilda durante su gestión, aún no había dado a conocer su primera convocatoria y Boquete ya se aventuraba a prever un futuro complicado.

"Las decisiones no parecen estar basadas en meritocracia, sino en poner un rostro nuevo sobre un problema que continúa sin resolverse", señaló Boquete, quien desglosó la falta de un proceso de selección adecuado. "¿Quién ha decidido este cambio? ¿Un director deportivo? El problema radica en no entender la raíz de por qué se producen estos cambios", agregó.

Boquete, conocida por haber liderado protestas contra Ignacio Quereda, el predecesor de Vilda, lamentó que Tomé no haya aprovechado la oportunidad para realizar un cambio significativo en la dirección del equipo. "Se ha perdido una oportunidad crucial para un cambio más profundo", expresó en la Cadena COPE.

Además, criticó la ausencia de Irene Paredes en la última convocatoria, lamentando que se le esté faltando al respeto a una jugadora de su calibre. "Lo que está ocurriendo con ella es verdaderamente lamentable. Me recuerda a la situación que viví con la RFEF tras el Mundial de 2015", confesó Boquete.

A medida que la situación avanza, muchas voces dentro del fútbol femenino español llaman a la reflexión y a una evaluación seria sobre el liderazgo en la selección nacional. Las esperanzas de un cambio real se ven opacadas por las repetidas decisiones que caen en los mismos patrones del pasado. ¿Realmente está el fútbol femenino español preparado para avanzar o estamos condenados a revivir los mismos errores una y otra vez?