Una madre, cuya hija es estudiante del colegio Highlands El Encinar, contactó a la policía el pasado 10 de marzo para informar sobre la sorprendente reacción de su hija tras la detención del sacerdote Marcelino. La niña, que tenía solo 6 años durante los presuntos abusos, expresó: "Él no sabía que lo que nos hacía no nos gustaba; él piensa diferente", una afirmación desconcertante para su madre, quien indicó que tales palabras no parecían propias de su hija.

En videos proporcionados por el matrimonio, donde se presenta a la menor bajo el seudónimo de Belén, se puede ver que la niña menciona: "A mí solo me da gomas... como de hacer trucos de magia". Sin embargo, su comportamiento cambia drásticamente al enterarse de que sus padres han hablado con los padres de otra niña, María, mencionando la posibilidad de que sucedieran cosas malas.

La niña se pone a llorar y niega acordarse de los detalles, aunque más tarde admite que el padre Marcelino le tocó "el culito", refiriéndose de manera confusa a su zona íntima. La declaración es inquietante, ya que Belén se muestra evasiva y sus respuestas indican que sabe más de lo que dice.

Las alarmantes revelaciones no terminan aquí. La madre de la sexta niña, quien también ha denunciado al sacerdote, presentó su queja el 11 de marzo, el mismo día que la policía recibió un aluvión de llamados de otros padres quienes compartieron también experiencias extrañas que sus hijos habían vivido en el colegio.

Hasta la fecha, un total de seis denuncias han sido interpuestas contra el padre Marcelino. Este ha negado todas las acusaciones, sugiriendo que la atención hacia él podría deberse a su asociación pasada con Marcial Maciel, un conocido pederasta. Este vínculo ha creado un clima de desconfianza y ha levantado preguntas sobre la seguridad de los menores en instituciones educativas.

Las grabaciones de las cámaras de seguridad del colegio Highlands están siendo revisadas como parte de la investigación. Se pretende esclarecer los momentos en que el sacerdote estuvo presente con las niñas, en un área que se describe como un "lugar secreto", donde supuestamente se llevarían a cabo los abusos durante los recreos o en baños del colegio.

Este trágico escándalo ha provocado una respuesta colectiva de la comunidad educativa y los padres. Muchos están demandando cambios inmediatos en el manejo de los casos de abusos y exigen medidas más efectivas para proteger a sus hijos. El director del colegio ha dimitido y las tensiones continúan creciendo mientras las investigaciones siguen su curso.

En un giro impactante, algunos padres han empezado a compartir sus propias experiencias relacionadas con el sacerdote, creando un ambiente en el que otros padres se sienten más dispuestos a hablar sobre incidentes extraños que han pasado desapercibidos durante años. Esto ha encendido un debate sobre la importancia de la educación en la detección temprana y la prevención de abusos sexuales, un tema que debería ser prioridad en todas las escuelas.