Entretenimiento

El fotógrafo icónico de las fiestas privadas de Marbella

2025-03-24

Autor: Francisco

Marbella, un destino de lujo y glamour, se convirtió en el lugar preferido de las celebridades en los años sesenta, gracias en gran parte a José Luis Martín Pinzón, conocido como Marpy. Este fotógrafo no solo capturó la esencia de la élite social en fiestas deslumbrantes, sino que también se convirtió en un símbolo de la vida marbellí. Su tienda, ubicada en la esquina de Finlandia y la N340, se convirtió en un punto de encuentro donde se exhibían las fotos de las noches anteriores, provocando que los curiosos se agolparan para reconocer a los personajes que aparecían en ellas.

Recuerda como si fuera ayer cómo esos días, a las cinco o seis de la tarde, los huéspedes del Hotel Marbella Club llegaban ansiosos a comprar las fotos del evento. Figuras como Antonio el Bailarín, el célebre Mingote o el cineasta Edgar Neville traían sus rollos a revelar, mientras que otros, como Los Choris, a menudo buscaban maneras de ser invitados a las próximas celebraciones.

Marpy, un descendiente de una familia de fotógrafos de Ronda, nunca ambicionó ser un paparazzi. Sin embargo, el ambiente festivo y glamuroso que lo rodeaba en Marbella lo llevó a convertirse en el fotógrafo de referencia para numerosas celebridades y aristócratas. Su carrera despegó cuando llegó a Marbella en la década de los sesenta, y con solo once años comenzó a aprender los secretos de la fotografía, desde revelados hasta técnicas de química fotográfica.

Con su cámara en mano, Marpy se convirtió en testigo de experiencias extraordinarias. Una de sus anécdotas más memorables ocurrió en una fiesta organizada por Edgar Neville, donde en lugar de una cena formal, se utilizaron lebrillos y una bañera repleta de sangría para servir a los invitados. El sentido del humor de Neville y la falta de protocolo en el evento hicieron que los convidados se abalanzaran alegremente sobre la comida.

Las fiestas en Marbella eran reconocidas no solo por su exclusividad, sino también por la magnitud de sus invitados. La Marquesa de Quintanilla, conocida por su vida social activa y sus conexiones con figuras influyentes como la Duquesa de Alba y Audrey Hepburn, organizaba eventos que atraían a la alta sociedad, siendo uno de los puntos culminantes la intrigante llegada de Alfonso Hohenlohe disfrazado de cazador a una de sus fiestas.

Marpy retrató a personalidades tan diversas como Liza Minnelli, Brigitte Bardot y la icónica Lola Flores. Con el tiempo, su trabajo fue reconocido más allá de las fronteras de España; su relación con agencias internacionales le permitió exportar sus imágenes y sus historias, convirtiéndose en un referente en el mundo de la fotografía social.

A lo largo de las décadas, Marbella ha evolucionado, y muchas de las tradiciones y fiestas que Marpy solía documentar han cambiado. La llegada de nuevos habitantes al municipio y la creciente gentrificación han transformado, en muchos sentidos, el ambiente de la ciudad. Sin embargo, Marpy sigue siendo un testigo esencial de la historia social de Marbella, y sus fotografías no solo son un reflejo de un pasado glamuroso, sino también un testimonio de una era que muchos añoran.

A pesar de los cambios, el legado de Marpy perdura. Su extraordinaria habilidad para capturar momentos únicos sigue siendo venerada en la comunidad local, y su trabajo continúa inspirando a jóvenes fotógrafos que buscan contar sus propias historias a través de sus lentes. La esencia de Marbella, llena de lujo y celebraciones, se mantiene viva en cada imagen que Marpy ha capturado durante sus décadas de carrera.