En un aterrador giro de los acontecimientos, la desaparición de Andrea Bejarano ha tomado un rumbo fatal con la confesión de su expareja, Jaime Vélez, quien ha admitido haberla asesinado en un conflicto de pareja. Desde el momento en que Vélez llegó a la Comisaría para reportar la desaparición de Andrea, los investigadores empezaron a sospechar de él. Su relato sobre los últimos momentos que pasó con la mujer de 34 años era inconsistente y cada vez que se le interrogaba, cambiaba su versión de los hechos.

Finalmente, tras horas de interrogatorio, Vélez confesó haber cometido el crimen. Según su declaración, estranguló a Andrea con una prenda de ropa en su domicilio antes de ocultar el cuerpo. Lo escalofriante es que, tras cometer el asesinato, ahora se sabe que recogió a su hijo de 8 años de una actividad religiosa y pasó la jornada con él como si nada hubiera sucedido. En un acto macabro, por la noche dejó al niño solo en casa para deshacerse del cadáver en un paraje aislado de La Bureba, donde lo enterró bajo una encina.

La autopsia que se llevará a cabo determinará con precisión el método utilizado para el estrangulamiento, pero los investigadores están trabajando diligentemente para esclarecer todos los detalles de este caso horrendo. Según las declaraciones de Jaime, Andrea llegó a casa tras una jornada laboral el domingo y, después de llevar a su hijo a una actividad en la iglesia, retornaron juntos al hogar donde estalló la discusión fatal.

A medida que se revelan más detalles espeluznantes, se agravan las sospechas sobre la premeditación del crimen. La familia de Andrea, así como los investigadores, están desconcertados por la naturaleza de la denuncia. Vélez tardó un tiempo considerable en informar sobre la desaparición, lo que ha levantado dudas sobre su sinceridad. Además, el teléfono móvil de Andrea dejó en casa, un hecho que genera aún más inquietud y theory sobre el paradero de la mujer hasta ese momento.

El shock ha atravesado a la comunidad de Burgos, que se ha movilizado para apoyar a la familia de Andrea. Este caso alarmante ha puesto de manifiesto la urgente necesidad de concienciar sobre la violencia de género y la importancia de actuar ante situaciones de riesgo. No permitas que la historia de Andrea se convierta en una más: la violencia machista es real y debe ser erradicada.